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Ntra. Sra. del Buen Consejo de Melilla celebra a su patrona

Con la Divina Pastora
Publicado: 24/04/2014: 12632

Sábado 26 de abril

El sábado 26 de abril se celebra la festividad de Nuestra Señora del Buen Consejo, patrona titular del colegio que las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones tienen en Melilla. Para las religiosas este día está lleno de emoción y de significado.

«Nos acogemos a la Virgen desde el consejo que nos da siempre a nosotras y a todo el colegio»

«Nos acogemos a la Virgen desde el consejo que nos da siempre a nosotras y a todo el colegio» afirman las hermanas con alegría en los días previos a la festividad de su patrona. El origen de la congregación en Melilla se remonta al año 1920, cuando dieron el relevo a las Franciscanas del Buen Consejo en un centro educativo donde la formación religiosa constituye una parte fundamental en la educación de los pequeños.

Son nueve las hermanas que forman la comunidad religiosa de Franciscanas de los Sagrados Corazones en Melilla. Siete de ellas dan clase en el colegio donde Matilde Sena de Agüera, que imparte la asignatura de Matemáticas, es la superiora. «Para nosotros, lo más importante, es la formación integral de los niños, y dentro de esa formación integral damos muchísima importancia a la formación religiosa, que es lo que quería nuestra fundadora, la Madre Carmen. Nosotras, todos los días, intentamos transmitir a nuestros alumnos el amor de Dios», afirma Matilde, que llegó a Melilla hace cinco años procedente del colegio María Inmaculada de Antequera, perteneciente a la misma congregación.

La alegría y la formación impregnan las aulas, los pasillos y los patios de un bello colegio que tiene su piedra angular en el carisma de estas religiosas. «Nuestro apostolado es la enseñanza. Aquí se han educado hasta cuatro generaciones de alumnos: tenemos nietos de antiguos alumnos. Cuando un antiguo alumno nos pide que inscribamos a su hijo nos da mucha alegría. Pensamos: ‘¡algo le quedó!’ Si un padre quiere traer a su hijo es señal de que su formación religiosa le empuja a que su hijo también la tenga», afirma Matilde.

La celebración de eucaristías, fiestas, convivencias, tiempos litúrgicos, preparación para la comunión y la confirmación se incluyen en una formación religiosa fundamental en el ambiente del colegio, como recuerda la hermana superiora. «Hacemos mucho hincapié en la formación académica, pero por encima de todo está la formación humana y religiosa, que es nuestra misión. Los padres quieren una formación religiosa para sus hijos». Todo esto lleva a los niños a participar de forma muy activa en las celebraciones, así como en las enseñanzas y vivencias religiosas del centro. «Puede pensarse que los niños de secundaria no son receptivos, pero luego nos sorprenden. Por ejemplo, en el Día de la Paz hicieron un manifiesto y sin que nadie les dijera nada acabaron preparando un texto en el que hablaban de la paz que Jesús de Nazaret transmitió al mundo. Lo hicieron de manera totalmente natural». Y es que el día a día del colegio se articula en torno a la enseñanza y la oración. «Por las mañanas rezamos en común y el Ángelus también se reza todos los días», asegura Matilde.

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