Quiere esto decir que los padres pueden solicitar plaza en aquel centro que se adecue más a sus convicciones morales y religiosas como reconoce la Constitución Española en el artículo 27.3 "el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".
La Constitución por tanto, habla de un derecho de los padres -primeros responsables de la educación de sus hijos- y que supone una obligación para el Estado: para poder elegir, tiene que existir oferta diferenciada, opciones distintas.

Esa oferta diferenciada se basa en la existencia de Proyectos Educativos que, partiendo de la educación integral de la persona, plantean una cosmovisión, una manera de entender e interpretar al hombre en su totalidad desarrollando todas sus capacidades. Aprender a ser persona necesita unas claves para ser, para desarrollar la identidad personal que va más allá de los aprendizajes instrumentales que las áreas o materias del currículo aportan.

Los Colegios, en su Proyecto Educativo que es un documento público, recogen esas claves y principios de su oferta educativa; desde estas páginas, animo a los padres a que las conozcan y así obtengan la información que precisen para, más allá del horario o la oferta de servicios (comedor, aula matinal, actividades extraescolares...) que los centros tienen, puedan elegir el proyecto que más se acerca a sus convicciones.