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MIES, una vocación al servicio de los niños y los jóvenes

Publicado: 07/04/2013: 7053

Una Eucaristía este domingo 7 de abril en la Catedral y una exposición que se inaugura el mismo día en el Palacio Episcopal son dos de los actos previstos por la Asociación Misioneros de la Esperanza para celebrar su 50 años. Un tiempo en el que ha puesto en práctica su vocación de vivir el Evangelio a través del apostolado con niños y jóvenes, y su apuesta por la liberación integral de las personas, la pobreza evangélica y el camino de infancia espiritual.

El 50 aniversario de MIES se celebra con una Eucaristía en la Catedral, el domingo 7 de abril, a las 13.00 horas. En los actos conmemorativos también se encuentra una exposición en el Palacio Episcopal del 7 al 28 de abril, con el siguiente horario: jueves, viernes, sábado y domingo de 17.30 a 21.00 horas. El sábado también estará abierto en horario de mañana.   Misioneros de la Esperanza están presentes en España, Paraguay, Argentina, Ecuador. En España están en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha, Madrid y Valencia. Su número de vinculados son 600 entre laicos y sacerdotes, y 55 miembros con votos. 

CARISMA

El carisma propio de esta asociación católica es el ofrecimiento a ella para llevar a cabo el apostolado con niños y jóvenes.  El 12 de octubre de 1956, es una fecha que quedará grabada para siempre en la vida del sacerdote Diego Ernesto Wilson Plata.   Él recibe, ante la Virgen de la Esperanza Macarena de Sevilla, el día de su primera misa pública como sacerdote la inspiración de fundar MIES. En Málaga, todo comenzó en la parroquia Sta. María de la Amargura, donde, con un grupo de niños y jóvenes del barrio, forma una Congregación Mariana. El amor y la devoción a María están presente desde el primer momento en el carisma y la espiritualidad. Posteriormente, de esta Congregación Mariana nacerán los Misioneros de la Esperanza en 1963. 

La definición de la asociación viene dada por el mismo fundador cuando indica en el Ideario MIES que es una Asociación Pública de Fieles que se dedica, con amor, al apostolado con niños y jóvenes y a la liberación integral de los hombres; a la vivencia y propagación de la devoción de María. Su espiritualidad se fundamenta principalmente en la vida y la obra de S. Juan Evangelista, Sta. Teresa del Niño Jesús, S. Juan Bosco, S. Francisco de Asís y Carlos de Foucauld. 

Diego Ernesto fue siempre un hombre de Dios, y junto a él se encuentra desde 2005. En palabras del actual responsable general laico, José María Galacho (vinculado a Mies desde 1972), cabría destacar su unión con Dios, que le suplía la falta de cualidades para trabajar con niños y jóvenes y «nos hacía estar siempre a gusto en su compañía». También destacaba su sencillez y humildad.

HOY 

La Asociación Misioneros de la Esperanza celebra este año su 50 Aniversario, medio siglo en el que se han ido incorporando paulatinamente los cuatro fines que hoy día conforman el ser de Mies: la búsqueda de la santidad viviendo según los consejos evangélicos para alcanzar la unión con Dios al servicio de su reino, la vivencia y propagación de la devoción a la Virgen María, la acción apostólica con niños y jóvenes tratando de orientarlos hacia un cristianismo comprometido y comunitario, y la liberación integral de las personas desde la no violencia evangélica. Cuatro son las secciones que la forman: Infantiles, Juveniles, Jóvenes y Comunidades. 

Actualmente, hay comunidades Mies mayoritariamente en Málaga, pero también en Albacete, Alicante, Badajoz, Ciudad Real, Córdoba, Madrid, Argentina, Ecuador y Paraguay; y misioneros realizando su labor apostólica ad extra en Ecuador (Manta y Quito), Paraguay (Luque) y Chad (Laï y Bayaka). Es una asociación en el que la disponibilidad de envío apostólico es uno de sus rasgos característicos, pues sus miembros realizan sus tareas allá donde los responsables consideren que es más necesario. “Id y predicad por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc. 16,15).

Cincuenta años de camino dan para mucho, pero no es nada si se tiene en cuenta todo lo que queda por delante, porque a la vocación de Misioneros de la Esperanza aún le queda mucha vida, porque tal y como señala su responsable general laico: “la tarea que Dios nos dio: llevar los niños y jóvenes a Dios, sigue siendo necesaria aún hoy, incluso más que en tiempos pasados. Por ello creo que tenemos que seguir esforzándonos en llevarla a cabo”. 

PRESENCIA ACTIVA Y COMPROMETIDA 

En el contexto social, religioso y vital actual, la presencia activa y comprometida del católico sigue siendo necesaria, en este caso a través de la vocación Mies. Igual que el mensaje de Jesucristo no pasará jamás de moda, toda acción centrada en el Evangelio no dejará de ser necesaria. El futuro de Mies seguirá vinculado a sus fines y a seguir viviendo su espiritualidad cristocéntrica, mariana y eucarística. No hay más que mirar a nuestro alrededor para comprobar la vigencia y la necesidad de continuar siendo contemplativos en el mundo (con oración abierta al Espíritu), viviendo una religiosidad comprometida, optando por una pobreza evangélica en toda su amplitud, con una preocupación activa por la paz y amor a la naturaleza, dando testimonio con el cumplimiento del deber humano, mostrando un amor desinteresado por los demás… Y todo eso a través del seguimiento del Magisterio de la Iglesia y viviendo en solidaridad con la Cruz de Jesús. 

Autor: Miguel Jiménez, miembro de MIES

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