«Se celebra este Domingo de la Stma. Trinidad la jornada Pro orantibus, por los religiosos de vida contemplativa, bajo el lema “Lectio divina, un camino de luz”.  Su finalidad es la oración como expresión del reconocimiento, estima y gratitud por lo que representa, y el rico patrimonio espiritual de sus institutos en la Iglesia. Los religiosos contemplativos tienen la misión de irradiar en la Iglesia la Belleza, la Verdad y la Vida del rostro del Dios Trinitario, y “prenuncian la resurrección futura y la gloria del reino celestial” (CV II, LG, nº 44). En España, a pesar de la crisis vocacional, hay todavía un gran rescoldo de monjas de clausura, de tal manera que un tercio de la vida contemplativa femenina de la Iglesia universal se encuentra en nuestro país. En nuestra diócesis, oran incesantemente por nosotros unas ciento noventa religiosas: Carmelitas (7 casas), Clarisas (7), Mínimas (2) Mercedarias, Cistercienses y Dominicas, repartidas en la Capital, Antequera, Ronda, Vélez-Málaga, Coín, Archidona, Cañete la Real y Torremolinos.  “Ellas, ha dicho monseñor Jiménez Zamora, Obispo de Santander, son lámparas encendidas que arden con  el aceite del amor divino y brillan con la luz de la esperanza. 

Llamadas a montar una guardia de oración sin tregua, ni distracciones, perseveran vigilantes, aguardando el retorno del Señor en medio de la noche de nuestro mundo”, lejos de las plazas públicas “su aparente ausencia es su verdadera presencia” (folleto Lectio divina). Oremos por las que tanto oran por nosotros llenando las horas del día en el silencio del claustro y del taller; son las que mantienen los brazos en alto, como Moisés, pidiendo la victoria del Señor (Ex 17, 11). Agradezcamos su vocación en la Iglesia, mostrando nuestro aprecio y estima a esas mujeres que, como nuestras madres, se sacrifican por todos nosotros».   

Artículo publicado por Ignacio Núñez de Castro, S.J., Vicario de la Vida Consagrada, en la revista "Diócesis"