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La Iglesia invita a los laicos a rezar la Liturgia de las Horas

Publicado: 05/01/2009: 1656

•   Muchos seglares malagueños ya rezan diariamente el Oficio Divino

El Oficio Divino o la Liturgia de las Horas es el conjunto de oraciones (salmos, antífonas, himnos, oraciones, lecturas bíblicas y otras) que la Iglesia ha organizado para ser rezadas en determinadas horas de cada día. De esta manera, se cumple con el mandato de Cristo de que hay que “orar siempre y sin desanimarse”.

La Liturgia de las Horas extiende a los distintos momentos del día la alabanza y la acción de gracias que se nos ofrecen en la Eucaristía, “centro y cumbre de toda la vida de la comunidad cristiana”.

Los sacerdotes, religiosos y religiosas tienen la obligación de rezar el Oficio Divino; pero la Iglesia invita a todos los fieles en general a que “participen en la Liturgia de las Horas, puesto que es acción de la Iglesia”. Muchos seglares malagueños hace años que aceptaron esta invitación.

La dificultad para compatibilizar las responsabilidades laborales y familiares con el rezo del Oficio Divino, hace que la Iglesia exima a los laicos de la obligación de rezarlo, dejando este “mandato del Señor” en manos del clero. Pero anima también a los seglares a “celebrar, según las diversas circunstancias en que se encuentren, algunas partes de la Liturgia de las Horas, que es la oración de la Iglesia y hace de todos los que andan dispersos por el mundo, un solo corazón y una sola alma”. De entre esas partes, hay que destacar las Laudes de la mañana y las Vísperas de la tarde “que vienen a constituir el núcleo de esta liturgia”.

Jesús y Marisa son un matrimonio malagueño perteneciente a una comunidad neocatecumenal de la parroquia de San Patricio que lleva más de 15 años rezando diariamente la Liturgia de las Horas. Cada mañana, a las 7, antes de marchar al trabajo y empezar las tareas domésticas, rezan Laudes, junto al Oficio de Lectura y un tiempo de oración personal. A lo largo del día, si las circunstancias laborales y familiares lo permiten, rezan alguna que otra hora suelta, como la Tercia o la Sexta. Finalmente, al acabar el día, se recogen para rezar las Vísperas y dar gracias a Dios por todos los acontecimientos ocurridos.

No obstante, la Iglesia recuerda que “la Liturgia de las Horas, como las demás acciones litúrgicas, no es una acción privada, sino que pertenece a todo el cuerpo de la Iglesia”. Por eso, en determinadas ocasiones, este matrimonio se une a su comunidad para rezar el Oficio Divino.

Por ejemplo, una vez al mes, celebran una convivencia que se inicia con la oración comunitaria de Laudes y finaliza con las Vísperas. Asimismo, en los tiempos fuertes (Adviento y Cuaresma), se reúnen diariamente en la parroquia, antes de ir al trabajo, a las 6,30 de la mañana, para el rezo de Laudes.

La Iglesia recomienda, asimismo, que la “familia como santuario doméstico dentro de la iglesia” ore en común “recitando algunas partes de la Liturgia de las Horas”. Por eso, este matrimonio, realiza con sus hijos una celebración dominical de Laudes, en cuyo contexto se ofrece una catequesis semanal por parte de los padres en la que se transmite la fe a los hijos. De esta manera, también los niños comienzan a familiarizarse con los salmos y con el uso del salterio.

Autor: Revista Diócesis

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