Santiago Vela, que lleva unos 20 años trabajando desde el asociacionismo profesional en la defensa del profesorado de Religión y, en la actualidad es coordinador de este colectivo desde el sindicato CSIF, subraya que “es evidente la dificultad de impartir y recibir clases dignas en grupos masificados, sobre todo en los niveles inferiores de Secundaria”. Con esta reducción, la Administración obliga a los directores de los centros educativos a organizar las clases en función del número de alumnos matriculados en la asignatura.

”Hay que agrupar al máximo a los niños en una o dos clases de 35 alumnos aproximadamente, apurando la ratio al máximo”. Ésta es la única manera de disminuir el número de grupos donde el profesor debe impartir la clase y, por lo tanto, el número de horas. “Además, el seguimiento del proceso de aprendizaje y el acompañamiento individualizado de los alumnos será muy bajo. Lo que está haciendo la Junta de Andalucía es una falta de respeto a los alumnos que voluntariamente eligen esta asignatura y desean que se dé en iguales condiciones que cualquier otra”, recalca Ve l a .

La acusada crisis económica por la que estamos pasando los españoles llega, por tanto, al sector de la enseñanza. Y es que, para los profesores de Religión Católica de Secundaria este curso no va a ser nada fácil, pues contarán con 3.635 horas lectivas menos, según los datos que DIÓCESIS ha obtenido al cierre de este número.

Esto supone que unos 200 docentes que se dedican a tiempo completo a impartir esta asignatura verán sus nóminas reducidas. Así, “un docente que pase de tener jornada completa a parcial de, por ejemplo 10 horas, verá su nómina con casi 800 euros mensuales menos”, explica Santiago Vela. “Y se pueden dar casos –continúa diciendo– de trabajadores que se queden con unas jornadas tan ridículas que sus retribuciones salariales estén muy por debajo de lo que percibirían si quedaran desempleados”.

La Consejería de Educación ha quitado en torno a un 25% de las horas de clase de Religión, alegando que esta decisión se ha tomado porque, cada vez, hay menos alumnos que la eligen. Sin embargo, Santiago Vela sostiene que esta razón no es real, ya que el porcentaje de alumnos que optan por Religión Católica baja de forma insignificante cada año en una proporción que no llega al 1% del total de alumnos”.

El coordinador del sindicato CSIF es claro al respecto: “La situación es angustiosa para la economía familiar del profesor. Por eso, desde los sindicatos CSIF, ANPE, CCOO y U G T se está presionando a la Junta y aconsejando al profesorado no firmar nuevos contratos que supongan rebajar sus derechos, y en el caso de que la Junta siga adelante con el plan, se denunciará ante los tribunales y en Magistratura de Trabajo, pues “es claramente ilegal lo que la Junta pretende hacer”. Tampoco se descartan movilizaciones.