NoticiaActualidad La formación religiosa: un derecho, un deber, un don Publicado: 28/05/2007: 630 • El 85 por ciento de los alumnos se matriculó el año pasado en Religión Con el mes de junio, comienza el periodo de matriculación en los centros escolares de la diócesis para las etapas de Infantil y Primaria. Es el momento, por tanto, de pedir que se aplique lo recogido en nuestra Constitución de que los poderes públicos deben garantizar “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. En Andalucía, las autoridades educativas han eliminado del impreso de matriculación la opción por la asignatura de Religión, por lo que los padres tienen que pedir aparte otro impreso en el que poder manifestar su deseo de que sus hijos reciban formación religiosa. A pesar de éste y otros intentos de arrinconar la asignatura de Religión, el 85,5 por ciento de los padres, en Educación Infantil; y el 85,7 por ciento en Primaria, pidieron para sus hijos enseñanza Religiosa Católica el curso pasado. La Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis ha elaborado una guía muy útil para que los padres conozcan la importancia de la asignatura de Religión como un derecho, como un deber y como un don de Dios. En la guía que se ha publicado con motivo del inicio de las campañas de matriculación, se recogen los textos legales que amparan el derecho de los padres a que sus hijos reciban enseñanza religiosa. El primero de todos emana de la propia Constitución Española, en su artículo 27.3; pero la Ley Orgánica de la Educación (LOE) –curiosamente– no hace referencia a este punto, sino que se remite al Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado Español. Un acuerdo que se ha puesto en cuestión repetidas veces por el actual Gobierno y que, en caso de ser denunciado y derogado, dejaría sin protección legal dicha asignatura en el marco de la actual ley. Mientras tanto, la mejor arma con que cuentan los padres para exigir que las autoridades educativas respeten su derecho a pedir la enseñanza religiosa para sus hijos es el del referéndum que todos los años realizan a la hora de las matriculaciones. Y es que una asignatura que eligen 85 de cada 100 padres no es tan fácil de retirar de las aulas. Para la delegada diocesana de Enseñanza, Carmen Velasco, la respuesta de “¿por qué elegir la asignatura de Religión?” la tienen que dar los padres. “Desde la Iglesia, lo que podemos decirles es que, en la educación de los niños y jóvenes, no se puede eludir una parte fundamental de la persona como es la espiritual. La formación religiosa es imprescindible para la educación integral. En segundo lugar, hay que hacer referencia a la importancia de la transmisión de la fe por parte de los padres. Para un cristiano, la fe es el mayor de los tesoros, ¿y qué padre no quiere lo mejor para sus hijos? En tercer lugar, el aspecto cultural de la formación religiosa no debe ser ignorado. No puede entenderse nuestra cultura sin el elemento religioso que la ha impregnado durante siglos, y que no es otro que el cristianismo. No es lo mismo admirar ‘La Piedad’ de Miguel Ángel sabiendo quiénes son Jesús y María, que sin saberlo”. En Educación Secundaria (ESO), Bachillerato y Ciclo Formativo, las matriculaciones tendrán lugar del 2 al 10 de julio. Este curso se introduce una novedad: la posibilidad de elegir bien enseñanza de Religión católica o de alguna de las confesiones religiosas que tienen suscritos acuerdos con el ministerio; bien la alternativa, denominada “Atención Educativa”; o bien la nueva asignatura conocida como “Historia y Cultura de las Religiones”, que es una clase de Religión aconfesional. Por otra parte, según la delegada, se plantea el problema de que “aún no sabemos en qué va a consistir esa ‘atención educativa’ porque no se ha aprobado todavía (al cierre de esta publicación), la Ley de Educación de Andalucía. Resulta sorprendente, porque los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas dicen explícitamente que los centros deberán informar con antelación a los padres, pero el hecho es que todavía desconocemos en qué va a consistir”. Autor: Revista Diócesis