“Fortalecer y transmitir la fe” es, precisamente, el título y principal objetivo del Proyecto Pastoral Diocesano 2006-2009. El mensaje de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar afirma que “como los apóstoles de Jesús, también nosotros, inundados del gozo y alegría del Resucitado, estamos convocados en esta hora de la historia para decir al mundo que el Señor vive y que es el único Salvador de los hombres”. Juan Pablo II, desde los primeros momentos de su pontificado, convocó a toda la Iglesia a emprender una nueva evangelización con renovado ardor, con métodos actualizados y expresiones diferentes.

Ahora, Benedicto XVI, nos invita a “no anteponer nada al amor de Jesucristo”, como centro de nuestra vida y como fundamento de la misión evangelizadora de la Iglesia, que formamos todos sus miembros.

“Fortalecer y transmitir la fe”. Ésta es la meta que la Delegación de Apostolado Seglar de la diócesis de Málaga se propone alcanzar desde los distintos secretariados de pastoral y movimientos que la componen.

Se trata de proclamar el Evangelio al hombre de hoy, de forma provocadora, para que se sienta interpelado y llamado. Siempre en comunión con la Iglesia, pues “hay que caminar hacia una integración apostólica activa que refleje que somos miembros diferentes de un mismo cuerpo”. Ésta es una de las ideas prioritarias que se transmiten desde el Proyecto Pastoral Diocesano y que tiene su reflejo en la sociedad actual gracias a la labor del Apostolado Seglar malagueño.

OBJETIVO: TRANSMITIR

El PPD no plantea tanto “hacer actividades pastorales nuevas”, sino “hacer nuevas las actividades pastorales”. Esto se consigue tratando de que las actividades que realicemos fortalezcan nuestra propia fe y faciliten el anuncio y su transmisión a los demás. Pues, es necesario fortalecer la experiencia de la fe en nosotros mismos, en nuestras comunidades y parroquias.

Pero este objetivo sólo se puede cumplir, dice José Mª Galacho Traverso, delegado de Apostolado Seglar en Málaga, “si se parte del encuentro personal, de un ‘tú a tú’, de un acercamiento que el amor hacia los demás predispone en cada uno de nosotros”.

FORTALECER DE LA FE

Afirma Galacho que “los miembros del Apostolado Seglar ayudan al fortalecimiento de la fe desde el cuidado de la identidad propia, a través de la revisión de sus vidas cristianas y de encuentros comunitarios que ayuden a avivar nuestras ansias de enseñar al mundo la Buena Noticia”. Y para esto, concluye, “hay que tener una formación adecuada”.

QUÉ QUEDA POR HACER

No hay que olvidar, dice el delegado de Apostolado Seglar, que “la misión principal de los laicos no es otra que hacer visible a la Iglesia en el mundo. Sin embargo, aún queda mucho por hacer”. La clave del proyecto de Iglesia es crear grupos de vida cristiana que se relacionen en la parroquia y no sólo católicos que no participen en su comunidad.

Expone Galacho que “es la época de los medios de comunicación y tenemos que aprender del contexto en el que vivimos. Por eso, puede ser interesante la idea de contar con la figura de un comunicador en la parroquia: una persona que sirva de conexión entre la comunidad parroquial y la feligresía”, que favorezca la difusión de la Palabra de Dios a través de oración, cursos y encuentros desarrollados dentro de la parroquia.