DiócesisHomilías

Pentecostés (Catedral-Málaga)

Publicado: 27/05/2012: 2564

PENTECOSTÉS
(Catedral-Málaga, 27 mayo 2012)

Lecturas: Hch 2, 1-11; Sal 103; Gál 5, 16-25; Jn 15,26-27; 16, 12-15.

1. El día de Pentecostés, según narra el libro de los Hechos de los Apóstoles, el Espíritu Santo irrumpió en la casa, donde estaban los apóstoles reunidos, como un viento huracanado (cf. Hch 2, 1-2). En los inicios de la creación, el viento divino aleteaba sobre las aguas (cf. Gn 1, 2) e iba plasmando la obra maravillosa, que iba emergiendo de las manos de Dios.

Este mismo Espíritu de la creación sopla ahora fuerte en la re-creación de la humanidad y hace hombres nuevos; los apóstoles son transformados desde dentro y se convierten en testigos audaces de la resurrección de Jesús.

Junto con María, la Madre del Señor, perseveraban en oración (cf. Hch 1, 14). Esta imagen nos invita a revivir aquellos momentos del primer Pentecostés y a convertir nuestra vida, personal y comunitaria en un nuevo Pentecostés.

El viento del Espíritu lleva la semilla de la Palabra de Dios hasta los confines de la tierra. No hay barrera humana que se le resista: ni geográfica, ni cultural, ni lingüística, ni económica, ni ideológica. Nadie puede detener el huracán del Espíritu, que a su paso barre todo lo que estorba a la implantación del Reino de Dios. Abramos nuestro corazón a su acción, para que renueve en nosotros por dentro lo que está árido e infecundo.

2. La fuerza del Espíritu en Pentecostés convirtió a los discípulos del Señor en valientes pregoneros del Evangelio y llevaron a cabo el mandato misionero: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado» (Mt 28, 19-20a)

Autor: diocesismalaga.es

Más artículos de: Homilías
Compartir artículo