NoticiaNavidad Indulgencia plenaria por los 800 años de la “Navidad en Greccio” Publicado: 14/12/2023: 9496 Jubileo Con motivo del VIII centenario de la «Navidad en Greccio», la Penitenciaría Apostólica ha concedido la Indulgencia Plenaria a todos los fieles que, desde el 8 de diciembre de 2023 (Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María) hasta el 2 de febrero de 2024 (Fiesta de la Presentación en el Templo de Nuestro Señor Jesucristo), vayan a visitar un pesebre en un templo de la familia franciscana en cualquier parte del mundo. En nuestra diócesis, concretamente, la familia franciscana cuenta con la comunidad de frailes de Vélez-Málaga y los conventos de clarisas de La Trinidad y Capuchinos, en Málaga Capital; los del Patrocinio y Santa Isabel de los Ángeles, en Ronda; así como los de Coín, Antequera y Vélez-Málaga. y los dos conventos de Ronda. Franciscanas de los sordos, de los sagrados corazones (antequera y Málaga). Asimismo, en Málaga sirve una comunidad de Franciscanas Clarisas, en el Cottolengo; una de Franciscanas de la Inmaculada, en el colegio "La Purísima"; además de las distintas comunidades de Franciscanas de los Sagrados Corazones, con presencia en Antequera, Málaga y Melilla. Deteniéndose en oración ante los pesebres, los fieles podrán obtener la indulgencia plenaria en las condiciones habituales (Confesión Sacramental, Comunión Eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice) y también es necesario participar devotamente en los ritos jubilares, o al menos estar ante el Pesebre allí preparado, dedicando un tiempo adecuado a la meditación piadosa, concluyendo con el Pater Noster, el Símbolo de la Fe y las invocaciones a la Sagrada Familia de Jesús, María, José y San Francisco de Asís. Los ancianos, los enfermos y los que por un motivo grave no pueden salir de casa, también podrán ganar la Indulgencia Plenaria con el arrepentimiento de todo pecado y con la intención de cumplir cuanto antes las tres condiciones habituales, participando espiritualmente en las celebraciones jubilares, con el ofrecimiento a Dios misericordioso de sus oraciones, los dolores y las molestias de su propia vida. La Familia Franciscana presentó la petición del tiempo jubular al Santo Padre el pasado 17 de abril, «con el fin de promover la renovación espiritual de los fieles y acrecentar la vida de gracia». Tiempo jubilar en la Divina Pastora El templo parroquial malagueño de la Divina Pastora y Santa Teresa será templo jubilar por su especial vinculación con la comunidad de Clarisas del monasterio de Santa Clara gracias a la concesión otorgada por la Santa Sede para celebrar un tiempo de gracia en las iglesias con presencia de la familia franciscana. El jubileo del Belén se inaugurará en la tradicional Misa del Gallo de la unidad pastoral Divina Pastora-Buen Pastor que tendrá lugar en el templo de la plaza de Capuchinos a las 12 de la noche del 24 de diciembre. En esta Misa se bendecirá el Belén Monumental que contará con referencia a este VIII Centenario. Invocación a la Sagrada Familia y a San Francisco de Asís Oh Buen Jesús, contemplando este Nacimiento/Belén, te pido la gracia del perdón de mis pecados. Tú eres el sol que nace de lo alto, hecho carne para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Tú pusiste tu morada entre nosotros y nos amaste hasta dar la vida por nosotros. No viniste a condenar al mundo sino a salvarlo. Dame la gracia del arrepentimiento sincero y la humildad de reconocer mi fragilidad. Dame fe en tu misericordia y renueva en mí el gozo de tu salvación. María, Madre de Jesús y Madre de la Iglesia, enséñanos la alegría de los humildes y de los que creen en las promesas del Señor. Ayúdanos a proclamar la grandeza del Dios que acompaña y salva a nuestra sufriente humanidad. Tú eres la aurora de una nueva creación. Tú eres Virgen hecha Iglesia, eres Madre de gracia y de misericordia. Escucha nuestra súplica con la ternura de tu corazón inmaculado. San José, siervo justo y fiel del Señor. Tú eres custodio santo y generoso. No apartes tus cuidados de nosotros, peregrinos extraviados en busca de la patria verdadera. Protege a la Iglesia de las insidias del maligno y enséñanos a confiar en Aquél que entregó a su único Hijo para rescatarnos del pecado, del mal y de la muerte. San Francisco de Asís, tú que tanto amaste al Cristo pobre y humilde que quisiste revivir en Greccio, con fe y devoción, la noche de su nacimiento en Belén, intercede por nosotros para que podamos contemplar con un corazón limpio la belleza de la encarnación del Hijo de Dios y la bondad de su mirada que nos llama a una vida nueva. Amén.