NoticiaParroquias La iglesia de San Pedro de Alcántara celebra su 150 aniversario Iglesia de San Pedro de Alcántara Publicado: 13/05/2019: 22952 En el marco de los 150 años de la construcción del templo y de los 75 como parroquia, el jueves 23 de mayo reciben en Visita Pastoral al Sr. Obispo, D. Jesús Catalá. Con este motivo, desde la parroquia han programado una serie de actividades con las que celebrar los 150 años de la construcción del templo, que fue bendecido y abierto al culto el 22 de agosto de 1869, y los 75 años como parroquia, erigida canónicamente en diciembre de 1943. Los actos comenzaron el viernes 17 de mayo, con la inauguración de una exposición de fotografías antiguas relacionadas con el templo, que se puede visitar en la sala de reuniones del edificio parroquial. A las 19.45 horas se inauguró la exposición fotográfica, a las 20.00 horas celebraron la Santa Misa, a las 20.45 horas tuvo lugar una conferencia del historiador local José Luis Casado Bellagarza, sobre la historia de la iglesia de San Pedro de Alcántara; y a las 21.30 horas concluyeron los actos con la proyección de un vídeo en el que se recogieron distintos testimonios y vivencias de los parroquianos. Visita Pastoral Dentro del calendario de actos, el jueves 23 de mayo reciben en Visita Pastoral al Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, dentro de la Visita que está llevando a cabo en el arciprestazgo de Marbella-Estepona hasta el mes de junio. El 23 de mayo se celebrará en la parroquia un concurso titulado “Fotografías de la Parroquía”, con el objetivo de recopilar una base de datos de diferentes documentos sobre el templo y la parroquia y la invitación «a los sampedreños para que den a conocer su relación o la de sus antepasados con la Iglesia», explica el párroco, Francisco Sánchez-Cano. Breve nota histórica El domingo 22 de agosto de 1869 se bendijo y se abrió al culto la iglesia de la Colonia Agrícola recientemente fundada de San Pedro de Alcántara (1860). Se construyó el templo como lugar de celebración de la fe, de acogida y también como visibilización de la fuerza moral que animaba la reciente iniciativa de la Colonia Agrícola, alentada por Manuel Gutiérrez de la Concha, primer marqués del Duero, un militar y político sobresaliente, que destaco también por esta faceta de innovador empresario agroindustrial. Su tamaño en aquel momento, en contraste con el pequeño caserío que acaba de nacer, sin duda debió ser impresionante por lo considerable de sus dimensiones. La población apenas la formaban tres calles y una plaza, y al lugar de culto y oración se le dio preferencia con respecto a otras construcciones, como lo muestra el hecho de que la fábrica azucarera se puso en funcionamiento en mayo de 1871. Era cuestión de prioridades. El templo se encuentra en la parte oeste de la plaza central de la Colonia Agrícola San Pedro de Alcántara, llamada Plaza de la Iglesia. La sencillez de líneas del templo encaja en la tipología de arquitectura colonial. Destaca su fachada de entrada, situada en la parte opuesta al altar mayor, compuesta de un triple pórtico en la planta baja, con arcos de medio punto que se corresponde con la nave central, mientras que los dos espacios contiguos lo hacen con las naves laterales. La torre, levantada en el eje central de la fachada, tiene forma de prisma y con tejado a cuatro aguas, dispone de arcos de medio punto en cada uno de los frentes, y deja ver las campanas. El conjunto de torre y entrada queda elevado en relación al nivel de la plaza por una corta y amplia escalinata. La imagen de San Pedro de Alcántara procedía del convento de las monjas Catalinas de Málaga, según datos en la en la entrega de las normas de funcionamiento de la Cofradía de San Pedro de Alcántara, 19 de octubre de 1870, antecesores de la actual Hermandad. La iglesia, tras los incendios provocados en 1936, fue restaurada por el arquitecto diocesano Enrique Atencia y abierta de nuevo al culto en el año 1943, convirtiéndose entonces en parroquia. Es actualmente lugar privilegiado de oración y silencio tanto para la nutrida comunidad cristiana de la parroquia, como para todo el que se detiene frente al templo, y se siente movido a buscar unos momentos de contemplación y sosiego. Permanece abierta mañana y tarde todos los días.