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Diario de un cura rural

Publicado: 05/05/2010: 2026

El 15 de mayo es la fiesta de san Isidro Labrador, patrón del mundo rural. Con este motivo, la Iglesia nos invita a mirar a la realidad de nuestros pueblos, que concentran un 60% del paro de la provincia, y cuyas comunidades católicas deben afrontar el envejecimiento de la feligresía y una disminución de la práctica religiosa que, en algunos puntos, no supera el 6%. Ana Medina ha hablado, para la revista "Diócesis" con dos curas rurales para que cuenten su experiencia.

Andrés Pérez: "El cura les recuerda que Jesús y la Iglesia están ahí, que forman parte de sus vidas y les llaman a algo mejor"

Andrés Pérez se ordenó en el año 2000. Ha sido párroco de Benamargosa, Comares, Salto del Negro, Triana y, en la actualidad, Nerja. Ha sido arcipreste de la Axarquía-Interior, y ahora lo es de Axarquía-Costa.

EL HOY DEL MUNDO RURAL

“Desde mi experiencia en pueblos rurales, el campo es una realidad dura, que necesita mucha dedicación, pero actualmente está muy apoyada por nuevos sistemas de riego, hay una importante mecanización que ayuda y favorece el trabajo, y lo hace algo más llevadero. También hay una gran especialización, dependiendo del tipo de zona que se cultive. Y últimamente, en la zona de la Axarquía se está dando mucho el cultivo en invernaderos. De todas formas, la gente del campo es muy ‘buscavidas’ y se sabe manejar bien a la hora del trabajo. En cuanto a los servicios básicos de educación, sanidad, etc., gracias a Dios, también se ha mejorado mucho con el paso de los años, y ya los pueblos, incluso los más pequeños, cuentan con educación, sanidad y todo tipo de servicios. Están bien atendidos”.

RELIGIOSIDAD

“En general los pueblos suelen ser religiosos, pero, como ellos dicen, a su manera. Por desgracia, en los pueblos de la Axarquía, que es lo que conozco más, durante algún tiempo ha habido cierto grado de desatención debido a la escasez de clero. Muchos pueblos eran atendidos desde otros municipios más grandes, con lo que no hay mucho tiempo para atenderlos en condiciones, y eso se nota. Hay religiosidad, pero no muy cultivada.”

PARROQUIA Y COMUNIDAD

“Hoy día la función de la parroquia en los núcleos rurales es la que tiene que tener: dinamizar la pastoral en el pueblo. Atrás quedaron los tiempos en que la parroquia era lo que hoy son los asuntos sociales de los ayuntamientos. Gracias a Dios, los gobiernos municipales han crecido en esta tarea, aunque de vez en cuando también hay que ejercer de asistente social. En los distintos pueblos en los que he estado hay cristianos que se interesan por crecer y madurar en la fe, que se preocupan por la realidad de la parroquia y de los pueblos y que han hecho y siguen haciendo mucho bien en nombre de Jesucristo  y de la Iglesia. Quizá sí puede que haya alguna diferencia entre ellos y los de ciudad, en que los cristianos de los pueblos son más señalados, menos anónimos que en la gran ciudad, en que puede que pasen más desapercibidos. En los pueblos, los cristianos trabajan para descargar al cura de muchas tareas, ya que son conscientes de que éste lleva tres o cuatro pueblos, y que hay veces que puede llegar con la hora justa a algún sitio, por lo que tratan de ahorrar trabajo”.

NECESIDADES ESPIRITUALES

“Evidentemente, la presencia de un cura es fundamental, no porque sea imprescindible, sino porque, se crea o no, a ellos les das mucha seguridad. Saber que pueden contar con un cura a cualquier hora del día y para cualquier cosa, para la gente es importante, aunque no sea muy religiosa, lo valoran muy positivamente. No es lo mismo que un cura vaya por el pueblo un vez en semana y se vaya, a que viva en el pueblo. Además esa presencia es importante, porque les recuerda que Jesucristo y la Iglesia están ahí, que forman parte de sus vidas y que les llaman a algo mejor”.

J. Francisco Cardaldas: "Tenemos la gran ventaja de conocer a todo nuestro pueblo y su gente casi personalmente"

 Juan Francisco Cardaldas se ordenó en 1992. Desde el año 2000 ha trabajado en las parroquias de Villanueva de Algaidas y Villanueva de Tapia, y en 2005 fue destinado como párroco a Alameda y Fuente de Piedra. En la actualidad es arcipreste de Archidona-Campillos.

 

  EL HOY DEL MUNDO RURAL

“La agricultura de toda la zona en la que yo he estado depende del olivar, variedad Hojiblanca. Toda la población y su economía dependen secundariamente de esta vital riqueza. Las subvenciones europeas han asentado la población y han evitado su emigración. La mayoría de la producción de la zona está coordinada por medio de la Cooperativa Hojiblanca, que integra a todos los pueblos de la zona. En cuanto a educación, en la mayoría de nuestros pueblos la oferta de estudios llega hasta 4º de ESO. El bachillerato lo hacen en Antequera, Archidona o Campillos. Las 24 horas de sanidad solamente se dan en algunos núcleos determinados”.

RELIGIOSIDAD

“La continua secularización de las nuevas generaciones ha envejecido la feligresía de nuestras parroquias. Hay una práctica religiosa que no llega al 6 %. Pero convive una religiosidad consumista de sacramentos, arraigada por la tradición de los pueblos.
Con este panorama, podemos sentirnos en ocasiones como alguien que trata de ‘arar en el mar’. Nuestra pastoral debe trascender los muros parroquiales. Nuestra parroquia debe ser el pueblo y la cercanía de los pastores es vital. Nuestra tarea no puede reducirse a la sacramental, por mucho que ésta nos ate. La gente nos quiere en las calles, en sus casas y en sus acontecimientos”.

PARROQUIA Y COMUNIDAD

“La feligresía de los pueblos dista mucho, a mi entender, de la de la ciudad. Hay mayor cantidad de fieles en las ciudades, simplemente por proporcionalidad. Las parroquias son grandes y hay más posibilidades, medios, comunicación y formación para opciones cristianas corresponsables de la Iglesia. Raro es el caso en que, en nuestras parroquias de pueblo, existan estas comunidades. Pero se dan excepciones que se aproximan mucho. Es el caso de Alameda, Cuevas de San Marcos y Mollina. Quizás en estos lugares haya habido mayor continuidad pastoral. Pero son múltiples las causas. En general, en todas nuestras parroquias hay mucha dependencia clerical a la hora de corresponsabilizarse de las tareas de la comunidad parroquial”.

NECESIDADES ESPIRITUALES

“Como en todas las parroquias de la diócesis, nuestra Iglesia necesita cristianos de opción por Cristo y no de consumo eclesial sacramental. Y tanto en nuestra zona rural como en la ciudad se necesita una comunidad que sea Buena Noticia, que se complique la vida por la gente que le rodea, que rompa con el individualismo religioso y su fe sea una verdadera propuesta gratificante para nuestra humanidad. El hambre de Dios es patente en nuestra sociedad, pero los que estamos en la zona rural tendríamos la gran ventaja de conocer a todo nuestro pueblo y su gente casi personalmente. Y nosotros, los pastores rurales, tenemos la gran oportunidad de llegar al corazón de cada persona de nuestros pueblos. Y esto también es una opción por Cristo igualmente”. 

Autor: diocesismalaga.es

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