Aunque la parroquia fue erigida en el año 1971, como una escisión de la parroquia de San Ignacio, no fue hasta el 12 de octubre de 1974 cuando se consagró su actual templo. 

Como señala su párroco, Ángel Antonio Chacón, estas bodas de oro «pueden ser un buen momento para misionar nuestros barrios dando a conocer la razón de nuestra esperanza e intentando volver a darle notoriedad a la parroquia en el entramado vital de su gente».

Mientras se resuelve la petición a la Santa Sede para la concesión de un tiempo jubilar a partir de la fecha del 50 cumpleaños, desde el Consejo Pastoral Parroquial se ha decidido organizar un año de celebraciones como preparación para vivir esta efeméride. Así pues, se ha preparado un amplio programa de actos desde la Natividad del Señor de 2023 hasta la víspera del aniversario de la consagración (11 de octubre de 2024).

Cada mes se lleva a cabo una semana con actividades especiales (vigilia de oración, meditación comunitaria y celebración de la Eucaristía presidida por cada uno de los párrocos, vicarios parroquiales, sacerdotes vinculados por su vocación a la parroquia o que han realizado allí parte de su ministerio). 

Por ejemplo, el sábado 20 de enero, a las 12.00 horas, el que fuera párroco de 1987 a 1999, Jesús Ruiz, ofreció una meditación con el título: “Claves de una fe sencilla”. Asimismo, el domingo 21 presidió la Eucaristía de las 12.00 horas. En los meses siguientes ofrecieron sus meditaciones y presidieron la Eucaristía los sacerdotes: José Luis Linares (párroco de 1999 a 2016), Daniel Martín (bautizado en la parroquia y feligres de la misma), Juan Manuel Parra (párroco de 2016 a 2022), Carlos Samuel Córdoba (colaborador de la parroquia), Jesús Gudapati (vicario parroquial 2014-2016), Miguel Ángel Martín (bautizado en la parroquia y feligres de la misma).

Este tiempo pretende servir –según el párroco– para «afianzar la fe, consolidar y renovar la comunidad así como para llegar a la feligresía y a los que ahora mismo están más alejados de la Iglesia».