NoticiaPatrona de la diócesis ¿Cómo surgió la Magna Procesión Victoria? Santa María de la Victoria en la Catedral de Málaga // HERMANDADSANTAMARÍADELAVICTORIA Publicado: 25/05/2018: 13918 150 aniversario del Patronazgo y 75 de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria son las efemérides que fundamentan la celebración de la Magna Procesión Victoria que tiene lugar el 26 de mayo en la diócesis de Málaga. 150 Aniversario del Patronazgo El 12 de diciembre de 2017 se cumplieron 150 años del patronazgo de Santa María de la Victoria sobre la Diócesis de Málaga. Mediante Breve de 12 de diciembre de 1867 siendo Papa Pío IX, remitido en su nombre por el cardenal Patrici, Prefecto de la Congregación de los Santos Ritos y D. Bartolini, Secretario de la misma, se accede a la petición del Obispo de la Diócesis malacitana D. Juan Nepomuceno Cascallana, para que la imagen de Santa María de la Victoria “se constituya en esa Diócesis de Málaga como principal Patrona ante Dios.” En el mismo documento, se especifica que será fiesta patronal en la festividad de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, el día 8 de septiembre. 75 Aniversario de la Coronación Canónica El día 8 de febrero de 2018 se cumplieron 75 años de la Coronación canónica de Santa María de la Victoria. Tras la procesión celebrada el 8 de septiembre de 1939, se comprometió públicamente el obispo D. Balbino Santos Olivera a comenzar los trámites ante la Santa Sede para coronar canónicamente a la Sagrada Imagen. Acreditado el cumplimiento de los requisitos establecidos por el Vaticano (antigüedad de la Imagen, objeto de culto y devoción constante, y la existencia de milagros y favores singulares por su intercesión), el día 18 de agosto de 1940, siendo Papa Pio XII, el Cardenal Arcipreste de la Basílica de San Pedro D. Federico Tedeschini expedía el Breve por el cual se concedía la coronación Canónica a la Patrona de la Diócesis de Málaga. Para la preparación de los actos se organizó, por parte del Obispado, una “Junta Diocesana pro Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria”, en la que participaron todos los estamentos religiosos y civiles, y que tendría la misión de realizar unas fiestas con un sentido de carácter “extraordinario y solemnísimo” como pidió el Obispo Santos Olivera. En la reunión constituyente el Obispo señaló que los fondos para sufragar el pago de las coronas se deberían lograr por suscripción popular; con ello se quería simbolizar que era el propio pueblo de Málaga quien “coronaba” a la Imagen. En la segunda reunión se acordó que el orfebre Félix Granda Buylla realizará la hechura de las coronas, el cual recibió el encargo por parte del presidente de la comisión Sr. García Almendros. La última reunión se celebró en la Agrupación de Cofradías donde se puso de manifiesto el entusiasmo de la ciudad con motivo de la coronación y se solicitó a los propietarios de jardines que entregasen flores blancas para adornar la “carroza” de Santa María de la Victoria. Comenzó una novena en honor de la Venerada Imagen el día 31 de enero. El día 6 de febrero hizo su entrada en la Santa Iglesia Catedral el Nuncio Apostólico en España, Monseñor Cicognani. El domingo 7, el Nuncio presidió el Pontifical. El día 8, fue trasladada la Venerada Imagen en devota y nutrida comitiva al lugar de la coronación, cantando el Rosario de la Aurora, al final del paseo del parque. El Obispo electo de Barcelona, Gregorio Modrego celebró la misa cantada interviniendo la Schola Cantorum del seminario. La homilía fue pronunciada por el Obispo de Málaga Santos Olivera. El Nuncio de Apostólico Monseñor Cicognani fue el encargado de coronar a las Imágenes, produciéndose en ese momento “El estruendo de la pólvora en salvas, el clamor de las sirenas, el alegre repique de campanas, los acordes de las bandas de música y el raudo vuelo de aviones arrojando flores por los aires”. Concluido el pontifical, se inició una procesión, pasando por la Catedral, con destino a su Santuario. Como colofón a las celebraciones, se desarrolló una novena de acción de gracias, siendo cada día distribuido entre las distintas parroquias de la ciudad que peregrinaban en procesión hasta el Santuario.