NoticiaEntrevistas Manuel Á. Santiago: «Decir Victoria es decir alegría» Manuel Ángel Santiago, delegado de Hermandades y Cofradías // S. FENOSA Publicado: 21/05/2018: 10440 El delegado diocesano de Hermandades y Cofradías de Málaga, Manuel Ángel Santiago se acerca a Santa María de la Victoria en el 150 aniversario de su patronazgo y el 75 aniversario de su coronación canónica, que el 26 de mayo la hará salir a las calles en una jornada mariana histórica. ¿Qué devoción tiene Málaga a la Virgen? Una devoción grande, filial. La Virgen es nuestra madre y acudimos a ella constantemente para suplicarle por nuestras necesidades y la gente de nuestro pueblo, y por eso es una devoción que ha de mantenerse e ir creciendo. ¿Por qué es importante esta efeméride? Porque es la ratificación, expresada en un momento solemne, de toda una historia de amor de Dios para con su pueblo. La Virgen de la Victoria es el signo de ese Dios que no nos abandona nunca y que se hace historia con el pueblo de Málaga a través de una imagen concreta que para nosotros es un regalo y una referencia constante a saber que la fe se vive también a través de mediaciones y ¡qué mejor mediadora que la Virgen! Es un regalo. ¿Qué mensaje particular nos trae esta advocación? Es un mensaje liberador. María nos ayuda, en los caminos de la vida, a encontrarnos con el Señor, y el Señor es liberación, verdad, victoria y esperanza. Por tanto, ella es modelo de seguimiento, de creyente, y de cómo hemos de seguir viviendo nuestro ser en Jesús de Nazaret. Ella es victoria sobre el mal, victoria de la verdad frente a la mentira, de la vida sobre la muerte. Es una referencia a la esperanza y, por tanto, a la alegría. Decir Victoria es decir alegría. ¿Cómo puede ayudarnos esta celebración a crecer espiritualmente? Sobre todo, a afrontar los grandes retos de la Iglesia particular y universal que tiene planteados en el mundo en que vivimos, sobre todo el de retomar con alegría el gozo de anunciar el Evangelio, y por tanto que la vida del creyente en Málaga resplandezca como luz y sal en el mundo. Seguro que ahí no nos va a faltar la fuerza y la cercanía de la Virgen empujándonos a renovar la vida cristiana y nuestra entrega al Señor, como nos invita el papa Francisco, desde las claves de la santidad. Ser santos, dar fruto en abundancia, frutos del Espíritu, para ser verdaderamente signos de Cristo, y en eso mirar, contemplar a María, es una ayuda y un camino abierto. ¿Cómo participa la Diócesis en esta celebración? Participa realmente toda la diócesis, aunque tiene una mayor repercusión en la ciudad, puesto que la imagen y su santuario están aquí. La participación que creemos va a ser muy grande, no solo por parte de las hermandades y cofradías sino de todo el pueblo de Málaga, que durante todo el mes de mayo está peregrinando para visitar a la patrona a la Catedral, y que seguro se volcará ese día para contemplarla. El propio Obispo estará presidiendo estos actos. Mi deseo es que todos los malagueños hagan de su casa un altar y consagren su familia al Corazón Inmaculado de la Virgen.