Considerando que había una esperanza de que esta tragedia desembocara en un alto el fuego, Cáritas debe condenar la marcha atrás en la decisión de Israel de suspender los ataques aéreos en el Líbano durante dos días tras el ataque a Caná. Los ataques aéreos continúan, aunque con menos frecuencia, y las agencias humanitarias como Cáritas se ven impotentes para prestar ayuda de forma ágil y rápida a los civiles, los cuales tras 20 días de ataques, carecen de agua potable, comida y medicinas para su supervivencia. Los civiles, como los que murieron el pasado domingo, permanecen atemorizados en los refugios sin arriesgarse a salir por miedo a ser objetivo de los ataques.

Durante el rezo del Angelus el Papa Benedicto XVI exhortó: "¡En el nombre de Dios me dirijo a todos los responsables de esta espiral de violencia para que todas las partes depongan las armas inmediatamente! Pido a todos los gobernantes e instituciones internacionales que no ahorren esfuerzo alguno para obtener el cese necesario de las hostilidades y para poder comenzar así a construir, mediante el diálogo, una convivencia duradera y estable de todos los pueblos de Oriente Medio. Pido a los seres humanos de buena voluntad que continúen intensificando el envío de ayudas humanitarias a esas poblaciones tan necesitadas y sometidas a duras pruebas. Pero sobre todo, que de todos los corazones se eleve una oración confiada a Dios bueno y misericordioso para que conceda su paz a esa región y al mundo entero".

Este diálogo, subraya Cáritas Internacional, debe poner su acento en las injusticias que están en la base de este prolongado conflicto.

Cáritas Internacional y sus 162 organizaciones miembros llaman una vez más a un inmediato e incondicional alto el fuego, a la apertura inmediata de un corredor humanitario permanente, pide la garantía de que todas las organizaciones humanitarias y sus trabajadores puedan trabajar a salvo y de forma segura; la liberación de los soldados israelíes, ilesos, en Gaza y Líbano, así como la liberación de los ministros palestinos arrestados; la presencia de una fuerza de paz internacional a lo largo de la frontera libanesa y la renovación e intensificación de los esfuerzos necesarios para alcanzar una paz duradera para toda la región.

Cáritas es una de las principales organizaciones humanitarias presentes en el Líbano que están asistiendo a heridos y desplazados de todas las religiones y nacionalidades a lo largo de todo el país. En apoyo de nuestros trabajadores y voluntarios que arriesgan su vida cada día ayudando a otros y en solidaridad con todos aquellos que sufren, creemos que es justo llamar la atención del mundo entero sobre este desastre humanitario que se está extendiendo a todo el Líbano y hacer un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para que pidan la paz.

Cáritas Española se suma a este llamamiento e insiste en que la paz es un derecho inalienable de todo ser humano, que según el Derecho Internacional los civiles no pueden ser objetivo deliberado de los ataques militares; el Derecho Internacional Humanitario exige la existencia o apertura de corredores humanitarios que garanticen el abastecimiento de la población civil y su asistencia por las agencias humanitarias. Del mismo modo insiste en que no deben escatimarse los esfuerzos necesarios para evitar el sufrimiento de libaneses, palestinos e israelíes.

Cáritas Española se suma al llamamiento del Papa, cuando solicita la colaboración de todos los seres humanos para prestar ayuda a las víctimas de este conflicto armado, a través de las cuentas abiertas en los diferentes bancos y cajas de ahorro y desea dar las gracias a todas aquellas personas que ya han confiado en su trabajo para mostrar su solidaridad con las víctimas de la guerra.