«Para mí, este nombramiento es un honor porque entras a formar parte de un órgano con muchos siglos de historia, en el que tantos hermanos sacerdotes, de otras épocas, han estado al cuidado del primer templo. Es un honor que te concede el Sr. Obispo», explicaba José López y añadía que «ser canónigo es participar en las celebraciones más importantes de la vida litúrgica de la diócesis, presididas por el Obispo, como son las ordenaciones, la fiesta de la Patrona, el Triduo Pascual, la Navidad... es estar, acompañar, concelebrar y colaborar en las medidas de las posibilidades. También es presidir los sacramentos en el primer templo. El grupo de canónigos que formamos el Cabildo nos repartimos todas esas tareas».

Y otra de las labores importantes es «cuidar el primer templo malagueño. La Catedral de Málaga es el primer cento cultural de la provincia por su historia, por su belleza, por su arquitectura... y hace falta cuidarlo, gestionar su patrimonio y buscar recursos para que perdure en los siglos. Así entiendo la tarea, no de un canónigo, sino de los que formamos el Cabildo, que en la actualidad somos 13 con voz y voto y 20 en total. El mayor es D. Ildefonso y el más joven, Miguel A. Gamero».