NoticiaEl santo de la semana Beato Lolo, la fuerza de la debilidad Lolo dictando a su hermana Lucy uno de sus innumerables escritos Publicado: 03/11/2020: 10985 El mítico tema de Brotes de Olivo “En mi debilidad” bien podría ser la banda sonora de la vida de Manuel Lozano Garrido, conocido por todos como Lolo, declarado beato por la Iglesia Católica en 2010 y cuya fiesta se celebra el 3 de noviembre. La vida de este seglar jiennense nos habla del verdadero sentido de la vida, de la importancia que para un enfermo tiene el ser cuidado por los médicos, querido por su familia y arropado por la sociedad. Y es que, las palabras de Pablo a los Corintios en las que se basa la canción: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte” cobran vida en el relato biográfico de este modelo de vida cristiana. Nacido en Linares en 1920, fue un joven de la Acción Católica lleno de fuerza y espíritu apostólico. En época de persecución religiosa en España se jugó el tipo, incluso estuvo en la cárcel, por hacer de “Tarsicio”, llevando la comunión a escondidas a los presos. La Eucaristía fue, de hecho, uno de sus puntales, el “superalimento” que le permitió llevar adelante su heroica vida cristiana. Con tan solo 22 años, una parálisis progresiva lo sentó en silla de ruedas, pero la enfermedad no pudo apagar el fuego que ardía en su corazón y que se manifestó en una vida llena de frutos apostólicos. Sembraba la alegría en los cientos de jóvenes y adultos que se acercaban a él en busca de consejo y como escritor y periodista dejó como legado 9 libros y 300 artículos inspirados en el Evangelio. Fundó la obra pía “Sinaí”, grupos de oración de enfermos por la prensa, ofreciendo sus múltiples sufrimientos por los demás. Ciego durante sus últimos 9 años, murió el 3 de noviembre de 1971. Un santo muy oportuno Lolo es un santo moderno cuyo mensaje es especialmente oportuno hoy en una sociedad como la española, en la que el valor de la vida humana se está perdiendo a pasos agigantados. La ley de la eutanasia fue aprobada en nuestro país recientemente a pesar de la oposición de las organizaciones profesionales médicas y del comité de Bioética. La vida de este seglar jiennense nos habla del verdadero sentido de la vida, de la importancia que para un enfermo tiene el ser cuidado por los médicos, querido por su familia y arropado por la sociedad. El testimonio de Lolo nos hace ver que el dolor, consustancial a la existencia humana, no destruye la dignidad humana sino que la enaltece. Lolo sufrió mucho, pero amó mucho y por eso fue feliz, bienaventurado.