NoticiaJuventud

Grilex: «He visto a Dios abrir el corazón de la gente»

Grilex
Publicado: 15/07/2020: 13260

Guillermo Esteban, "Grilex", es un joven de 24 años a quien Dios ha hecho subir al escenario para "rapear" sus maravillas.

¿Qué tal has vivido el confinamiento, personal y musicalmente hablando?
Al principio bastante mal, porque estaba acostumbrado a mucha actividad, soy una persona bastante nerviosa, y el verme encerrado en casa, donde además somos muchos hermanos, me hizo pasarlo mal al principio. Luego me di cuenta, al cabo de la primera quincena, de que era una oportunidad muy buena para hacer introspección, para sanar y encontrarme más profundamente con el Señor y empezar a reconstruir ciertas cosillas que no podría haber hecho con tanto movimiento o ruido exterior. Y musicalmente hablando, me lo tomé como un descanso. Pero fue increíble, porque a medida que hacía esa introspección, el Espíritu Santo me iba iluminando para crear diferentes canciones que ojalá dentro de poquito puedan salir a la luz.

¿Con qué ilusión retomas el contacto con el público?
Tengo muchísimas ganas de retomar el contacto con el público, de salir al escenario, de poder evangelizar... al final quien tiene alma misionera, desea con todo el corazón poder compartir lo que lleva por dentro, la alegría, el testimonio... Y no es lo mismo hacerlo en formato internet que hacerlo cara a cara. A mí me encanta poder mirar a los ojos a las personas, poder abrazarlas, acompañarlas en el tiempo que esté en un lugar. Y aquí, bueno, aunque cueste, guardando las distancias de seguridad y no abrazando, aunque es algo que me sale solo porque es como transmitir el abrazo del Padre a quienes tienen sed de Él. Las circunstancias nos llevan a "abrazar espiritualmente". Pero muy contento. Tengo muchas ganas.

Tú cambiaste de ser un rapero "al uso" a un rapero "de Dios". ¿Cómo fue?
El cambio de rapero "mundano" a evangelizador fue difícil. Nunca ha estado en mis planes. Yo decía: "¡esto es imposible!" Pero el Señor va transformando la mente, el alma, los oídos, la boca y al final hace que, si te dejas llevar y le dices con corazón abierto "Sí" a Jesucristo, va abriendo camino. A día de hoy todavía sigo reconstruyéndome en el tema del rap, para sacarle más jugo al Evangelio, a los diferentes carismas de la Iglesia, pero es un proceso de ir poquito a poco y la verdad es que es muy grato porque no te centras en las masas sino en el corazón individual de las personas.

¿Qué frutos ha dado esa elección?
Los frutos de seguir al Señor son varios, pero destacaría el hecho de sentirte acompañado siempre por Dios, es una cosa increíble cuando uno huye de Dios, Él llama constantemente a su puerta, pero cuando le tiene el corazón cerrado, porque no quiere saber de Él, porque no sabe quién es o porque se lo han enseñando mal, al final no experimenta la maravilla que es que tu corazón se abra a Dios y Él entre.Un vez que eso pasa, te sientes totalmente acompañado, lleno de vida. Obviamente hay momentos buenos, malos, pero Él pone gracia incluso en esos. Alguna vez he visto también cómo la Palabra de Dios da fruto en las personas, cómo transforma la mirada cansada. No estamos en una generación perdida, porque no lo está, sino herida, y esa herida le hace transmitir esa desgana, esa tristeza. Y el Señor, ¡pam!, transforma esa mirada. Y no soy yo, es Dios quien brota y abre el corazón de la otra persona a través de mí. Son unos frutos impresionantes.

¿Qué mensaje te gusta contar en tus canciones?
Lo que más me gusta contar es el amor y al misericordia de Dios, cómo Él continuamente restaura, pero también tengo canciones más de crítica constructiva. Son variadas, porque esto es rap, y la esencia del rap hay que mantenerla. Pero donde me centro es en la misericordia. Tú puedes estar roto, rota, pero cuando abres el corazón a Dios, Él te va a sanar. Es todo amor, todo lo que se salga de eso, no es Dios. En mis canciones intento contar al mundo lo que vivo, mis caídas también, pero sobre todo la dimensión de amor que tiene Dios con nosotros.

Ana María Medina

Periodista de la diócesis de Málaga

_AnaMedina_
Más noticias de: Juventud