El alcohol, el tabaco, la pornografía, el cannabis, la cocaína... Son algunas de las adicciones más habituales con las que tienen que lidiar los que se dedican a ayudar a las personas que han caído en una de ellas. Descubrir los mecanismos que el cerebro utiliza para buscar su recompensa es clave para comenzar la rehabilitación de las personas que han caído en una de ellas. Una de las personas que más sabe sobre el funcionamiento de este milagroso órgano que es el cerebro y del que brotan las mejores y las peores ideas del ser humano es el doctor José Rosado.

Para Rosado, «La adicción al móvil sí que es una pandemia, eso no hace falta que yo lo diga. Lo estamos viendo a todas horas. Puede acabar con las las relaciones familiares. También es muy fácil caer, cuando no se puede salir a la calle, en los juegos de azar o en cualquier tipo de adicción a una pantalla, a no ser que se tenga una intención de trabajar o de leer o de estudiar o de investigar, de mantener el cerebro activo».

«Caer en el alcohol también es fácil –añade el doctor–. En la casa yo puedo tener una serie de bebidas alcohólicas para tomar una copa antes de comer porque me animan, me abren el apetito, me ponen alegre... Cuando esas copitas se van sumando, van creando un estado de conciencia alegre, pero en vez de alegrarme con una ya me tomo tres. El alcoholismo, sí destroza. Destroza la familia, la economía y el cerebro».