En conjunto, los liberales afirman que en el liberalismo se profesa un mayor respeto a la dignidad de la persona humana; que en un clima de libertad aparece más clara la primacía de la conciencia como norma recta en el obrar; que la democracia no es fruto del protestantismo, sino una reacción contra el absolutismo; que una Iglesia al ser más pobre y sin privilegios, es más libre.

Los liberales católicos más célebres fueron Montalembert, Lacordaire y Lamennais que, con otros católicos, fundaron el periódico “L´Avenir”. La linea de esta publicación era muy clara: separación Trono-Altar, alianza del cristianismo con la libertad, renuncia de la Iglesia a la ayuda estatal, libertad en el nombramiento de los obispos. El papa Gregorio XVI, en la “Mirari vos” condenó la linea del periódico, afirmando que no puede haber libertad frente al error y rechazando en bloque el indiferentismo y la libertad de conciencia.

Los liberales tienen en su favor el que supieron deslindar lo temporal de lo espiritual, el que respetaron los valores humanos y la libertad de conciencia, el que reclamaron para la Iglesia la libertad en su misión. Y sobre todo, pensaron que la libertad es una conquista personal, libre y consciente.

En su contra, los católicos liberales olvidaron la importancia del problema social, no precisaron los peligros de una libertad mal entendida y fueron poco cautos al aceptar ciertas desviaciones de los gobiernos, como fueron los nacionalismos y la expansión colonial.