El 6% de las malagueñas (unas 260.000 mujeres) tienen como nombre María del Carmen o Carmen, según los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. En palabras del párroco de Nuestra Señora del Carmen, en Montecorto, José Villasclaras, «el nombre de Carmen se transmite de madres a hijas debido al gran cariño y devoción que se profesa hacia esta advocación de la Virgen, incluso en un pueblo de interior como Montecorto. No es un sentimiento solo de los pueblos costeros. La Virgen del Carmen significa para nosotros la robusteza de la fe, la ayuda para ser mejores cristianos. La vemos como la Virgen Madre de todos nosotros, nos toca la fibra sensible».

María Carmen Lafuente es feligresa de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Campanillas. Los meses de verano se traslada a Torre del Mar, donde la parroquia tiene como titular a San Andrés, pero la Virgen del Carmen es quien preside el presbiterio. Nos cuenta que, en su caso, «llevar este nombre fue una sorpresa. Me iba a llamar Pilar, pero nací un 15 de julio y mis padres cambiaron una advocación de la Virgen por otra, y me llamo Carmen. Para mí, la Virgen del Carmen es mi guía, a la que acudo ante cualquier necesidad. En mi familia, soy la única que lleva el nombre de Carmen». María Carmen es una feligresa activa de la parroquia de Campanillas y de la de Torre del Mar, en verano. En estos días, participa de forma especial en los actos con motivo de la fiesta de la Virgen.

«Llamarse Carmen y vivir en una ciudad como Málaga es toda una suerte; pero además, si por las cosas de la vida terminas viviendo en el barrio del Perchel, y la parroquia del Carmen te acoge con los brazos abiertos, la “suerte” se transforma en un auténtico privilegio», afirma Carmen Camacho.

Ella no es la primera Carmen de su familia, «en mi familia somos cuatro mujeres las que disfrutamos el honor de llamarnos Carmen, y todas lo llevamos por mi abuela: ella era la pequeña de su casa, así que ya se habían agotado todos los nombres familiares que “tocaban”, y en Yunquera, su pueblo natal, la devoción a la Virgen del Carmen era toda una tradición, además de que mi bisabuelo, su padre, había emigrado dos veces cruzando el Atlántico, y con especial cariño se había encomendado a la Virgen marinera… Recuerdo, especialmente, como mi abuela rezaba cada mañana y cada noche a una imagen de la Virgen del Carmen que tenía en su casa y que aún conserva mi tía, cómo su color preferido era el marrón del hábito del Carmen y cómo no se separaba de un pequeño y desgastado escapulario que llevaba en el pecho. Ella perdió a su madre cuando sólo tenía un año, pero supo encontrar en la Virgen el amor de madre que no pudo disfrutar en la tierra. Ahora disfrutará con sus dos madres en el cielo».

María del Carmen Pérez Roldán es feligresa de la parroquia Virgen del Carmen y Santa fe, de Los Boliches. A ella le pusieron el nombre por su abuela paterna, pues era la primera nieta que nacía en la familia. «Siendo todavía una niña sentía que mi nombre era especial, pues me llamaba como la Virgen. Yo soy natural de Córdoba, donde no tenemos una Virgen como patrona pero, cuando nos casamos, mi esposo y yo, nos vinimos a vivir a Los Boliches y me encontré con la gran sorpresa de que la parroquia está dedicada a la Virgen del Carmen. Me inserté en la comunidad parroquial y, hasta soy parte de la Hermandad del Carmen. No será por el nombre, pero yo estoy convencida de que la Virgen tenía todo esto preparado para mí. Al Señor le pido que yo sepa discernir qué quiere de mí todavía y que yo tenga la valentía de decirle Sí, como lo hizo la Virgen María». 

María del Carmen es catequista y salmista en la parroquia, y también forma parte del coro parroquial. Este año, las mujeres del coro han sido las elegidas para ser las pregoneras de la feria del Carmen de Los Boliches.

Hoy, a las 12.00 horas, María del Carmen participará en la celebración de la Misa solemne de la Virgen del Carmen; y, a las 20.45 horas acompañará a la imagen de la Virgen en la procesión que congrega, como todos los años, a miles de fieles de Los Boliches y Fuengirola y de muchos otros rincones de la diócesis.