En la parroquia Virgen Milagrosa y San Dámaso, la comunidad se une en torno a María y prepara sus cultos con cariño y esmero. Los días anteriores a la festividad (viernes 25 y sábado 26), el templo permaneció abierto de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00 horas. En estos días, a las 18.00 horas ha tenido lugar la exposición del Santísimo Sacramento, el ejercicio del Triduo y, a las 19.00 horas, la celebración de la Santa Misa. La celebración solemne de su fiesta será el domingo 27 con la Misa a las 12.00 horas. Previamente también habrá Misa a las 10.00 horas.

«Es el nexo de unión de toda la parroquia –cuenta la feligresa Matilde Guerra- y también de todo el barrio. En estos días, se nos unen personas incluso de otros puntos de Málaga que quieren celebrar la fiesta con nosotros. Tenemos claro que somos unos hijos que se unen en torno a su Madre». En esta comunidad parroquial, la devoción a la Virgen se expresa también a través de otras advocaciones, como explica Vicente Santamarina: «En la parroquia también es muy venerada la imagen de nuestra Señora de Amor y Esperanza, presente en nuestra iglesia. Pero es la Virgen Milagrosa, la titular, la que en estos días recoge nuestras miradas y deseos, tanto de súplica como de agradecimiento. La Virgen Milagrosa nos acompaña en la parroquia desde hace mucho tiempo, casi desde la fundación de la parroquia como tal».

Sentir de la feligresía

Ambos –Matilde y Vicente- representan el sentir de toda la feligresía ante una fiesta que les hace avanzar en el camino de la fe. «Estos días me sirven de reflexión sobre María. Sobre el porqué somos sus hijos, gracias a la entrega que nos hace Jesús de su Santa Madre, haciéndola nuestra –confiesa Vicente-. El pasaje de la crucifixión que nos relata el Evangelio según san Juan es muy elocuente: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” le dice a María. Y reafirma al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Un infinito gesto de amor en la “entrega” de su Madre. Para mí, es mi madre más cercana, la expresión más familiar de la Madre de Cristo, a quien veo a diario y le cuento mis afanes y preocupaciones». Para Matilde, es parte esencial de su existencia: «La Virgen Milagrosa siempre ha estado en mi vida, desde que, de pequeñita, la conocí por medio de unos escritos. Siempre la he llevado conmigo y con ella comparto mis alegrías y mis tristezas».

Se trata de una fiesta que no termina, como explican estos feligreses. «El amor por nuestra Madre es diario y a diario intentamos demostrárselo» cuenta Vicente. A lo que añade Matilde: «nuestro deseo es propagar su devoción y que sean muchos los que profundicen en el cariño hacia nuestra madre con la advocación de la Virgen Milagrosa».

La parroquia de la Virgen Milagrosa y San Dámaso, en la Cruz del Molinillo de Málaga capital, representada hoy por el testimonio de Matilde Guerra y Vicente Santamarina, quiere compartir e invitar a todos los fieles malagueños a la alegría y gozo de esta festividad en la parroquia; especialmente en la Misa del domingo 27, a las 12.00 horas, día de la Virgen Milagrosa.