El Obispo advirtió a los devotos de la Virgen del peligro de andar «muy atareados, como Marta, haciendo mil servicios» pero que puede llevar a «descuidar lo que es más esencial: acoger a Jesús en nuestro corazón, contemplar su divinidad y configurarnos a Él. Esto es lo principal, que durará en la vida eterna».

También ahondó en los orígenes de la devoción carmelitana y relacionó el momento actual con aquel en que el ataque de Saladino al Monte Carmelo hizo huir a todos los cristianos europeos y regresar a sus países, propiciando la extensión por todo el mundo de la devoción a la Virgen del Carmen. También hoy, dijo Don Jesús Catalá, «se siguen cometiendo atrocidades en nombre de la "yihad" o guerra santa islámica», hecho que llevó al prelado a pedir a la Virgen del Carmen en su fiesta «que nos sostenga en el testimonio de la fe cristiana y que nos haga valientes discípulos misioneros, como nos invita el papa Francisco».

Asimismo, el obispo de Málaga rogó a la Virgen «que abra los ojos de los musulmanes extremistas y que la Luz del Evangelio ilumine su corazón, para que no hagan más atrocidades; para que traten a todas las personas como verdaderos hermanos, hijos del mismo Padre celestial».

Lee la homilia íntegra aquí.