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La marcha fue la ganadora del tercer premio del Concurso Nacional de Marchas a la Virgen de la Esperanza. Antonio, después del concurso, se dispuso a grabar su marcha para poder darle difusión por Málaga, porque «cuando la compuse me imaginaba al pueblo cantando al pasar la Virgen de la Esperanza». 

María José Martín, la responsable del coro, menciona cómo fue la experiencia de grabar la letra de la marcha: «Pues ha sido preciosa. Increíble. Sin conocernos contactó con nosotros y confió en que lo haríamos bien. Ha tenido una paciencia infinita con nosotros, y bueno, ha sido una experiencia preciosa para el coro. Porque en el coro hay niños y adolescentes, y vivir la experiencia de una grabación es una cosa muy bonita y nueva para ellos. Para todos ha sido un aprendizaje, porque nos damos cuenta de que se pueden construir grandes cosas con muy poquitos medios si hay fuerza de voluntad. Que la voluntad, la generosidad y la ilusión pueden siempre más que la falta de recursos».

Antonio grabó el instrumental en el instituto donde trabaja, con ayuda de algunos alumnos y de su hermano. Una vez grabada la marcha sólo le faltaba encontrar un coro: «por mediación de una alumna que canta como los ángeles, me puse a hablar con ella y me contó que su madre y ella tienen un coro familiar en la parroquia del Carmen de Fuengirola. Se lo comenté, le expliqué cuáles eran las pretensiones de la marcha, le expliqué lo que iba buscando. Desde primera hora me dijeron sí a todo, y además sí a cualquier tipo de corrección, sí a cualquier tipo de mejora, ellos han acatado siempre todo lo que yo proponía... Y cuando te encuentras un grupo humano de esa categoría en la que todos son facilidades… no hay palabra que describa esa sensación».