«Esta mañana, los sacerdotes que residimos en el Colegio Español de Roma, durante el desayuno hacíamos memoria del año pasado. Todos recordamos lo emocionante que fue la proclamación del Papa, cuando estábamos en la plaza de San Pedro. Bajo los paraguas, vimos la “fumata blanca” y luego saludar al Papa de una manera tan sencilla.... Fue precioso», recuerda José Emilio. A lo largo de este año, el sacerdote malagueño ha participado en varias misas del Papa, como la de inicio al ministerio petrino y la de la clausura del Año de la Fe. También le ha visto de cerca en sus apariciones públicas: «Cuando está en la plaza de San Pedro, saludando, se nota su cercanía a la gente. Luego, cuando está celebrando la Eucaristía, se nota su recogimiento. Son momentos distintos. En la misa se concentra. Su recogimiento y su serenidad llaman la atención. Cuando es la hora de saludar, se vuelca con cada uno».

José Emilio realiza una particular reflexión personal sobre el primer año de pontificado del papa Francisco: «Parece que el papa Francisco es el Papa no solo de toda la Iglesia, sino de cada uno. Esa frescura, esa sencillez, esa jovialidad que tiene es muy propia del Evangelio y nos hace acercarnos a la buena noticia de Jesús, saber que la Iglesia tiene algo estupendo que aportar para que seamos felices, que es lo que Dios quiere para nosotros».

ENCUENTRO CON EL OBISPO

El Colegio Español de Roma es la residencia de los sacerdotes españoles que se encuentran en la capital italiana. Allí también se han alojado los obispos españoles durante la visita Ad Limina de la pasada semana. José Emilio Cabra tuvo ocasión de reunirse varias veces con el obispo de Málaga, D. Jesús Catalá. «Han sido unos días muy especiales y una experiencia muy bonita compartir con los obispos españoles la mesa y la conversación, celebrar la Eucaristía y rezar juntos. Con el obispo de Málaga hemos compartido muchos momentos. Y él, en la medida que podía, nos iba contando cómo iba la visita. Ha sido un momento muy rico».

José Emilio, malagueño del barrio de la Victoria, se ordenó sacerdote en 1999, hace ya 15 años. Asegura que su experiencia en Roma, donde estudia Teología Espiritual en la Universidad Gregoriana, es muy enriquecedora, porque supone la posibilidad de ver cómo se vive la fe en otro país diferente al suyo.

Actualmente, en el Colegio Español de Roma residen 65 sacerdotes, cuatro de ellos malagueños.