Se trata de una iniciativa que vienen realizando desde hace tres años para ofrecer a los alumnos del colegio una alternativa lúdica y formativa en el tiempo de verano. De este modo, los monitores consiguen fondos para participar en la JMJ. Este año cuentan con más de 30 niños inscritos, de entre 3 y 12 años.

Durante la última semana de junio y todo el mes de julio, desarrollan actividades deportivas, manualidades, idiomas, expresión artísitica y piscina. Todo ello en un clima de convivencia centrado en los valores cristianos de la solidaridad, el respeto al otro y el compañerismo.

Uno de los momentos más destacados de la Escuela de Verano es el 16 de julio, en que los monitores organizan una procesión marinera por el patio del colegio. Todos los enseres, y la propia imagen, está realizada por niños y monitores durante los días previos a la fiesta. Cada niño ocupa un lugar en la comitiva: unos portan remos hechos de cartón, otros el estandarte de la Virgen, otros las andas con la imagen. Durante el recorrido efectúan dos paradas en las que cantan la Salve Marinera y la Encarnación Coronada. 

Las teresianas participan también de este acto tan emotivo lanzando pétalos de flores a la imagen a su paso desde los balcones del centro.