NoticiaPentecostés Más de 600 laicos, religiosas y sacerdotes celebraron Pentecostés al son del Espíritu Publicado: 08/06/2022: 14734 Festival Mientras el sol se ponía en el horizonte de la ciudad, batería, guitarra, bajo y teclista arrancaban con fuerza el primer Festival del Espíritu organizado por la Delegación de Apostolado Seglar en la fiesta de Pentecostés, día del apostolado seglar y de la acción católica. La explanada del Santuario de Santa María de la Victoria acogía a más de 600 personas que acudieron, desde diversos puntos de la diócesis, a compartir un día de alegría y misión, diocesano. “Al son del Espíritu” fue el lema que guió, durante dos horas y media, las actuaciones e intervenciones organizadas por la Delegación de Apostolado Seglar y la Comisión de Músicos Católicos de la diócesis. El Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, abrió el acto agradeciendo la organización de un acto tan festivo e invitando a todos los presentes a vivir “el son del Espíritu”. Y es que, en palabras del delegado de Apostolado Seglar, Francisco Castro, «el Festival del Espíritu ha recogido varios elementos que ya se venían trabajando en la Delegación y los ha llevado un paso más adelante, coincidiendo con el día de los laicos. Pues la fiesta de Pentecostés es la fiesta de la Iglesia, del entero Pueblo de Dios que sale a dar testimonio del Evangelio. Hace tiempo que desde las asociaciones se reclamaba una celebración más festiva y más misionera de nuestro Encuentro diocesano de Apostolado Seglar. Espero que gestos así nos ayuden a que juntos sigamos dando pasos en un escenario de mayor comunión en la misión diocesana». Marta Fuster, María y Poe, feligreses de las parroquias de la Amargura y San Fernando, se lanzaron con la primera de las actuaciones, una canción titulada: “El Espíritu, pasión por el todo”. A la voz angelical de estas dos jóvenes siguió la fuerza del cante y el baile malagueño del coro Son de Málaga que arrancaron con “La Paloma de Pentecostés”. Aún sonaban los últimos acordes de la malagueña que cantaba el coro cuando comenzaban los primeros toques de los tambores de la banda de la Cofradía de Zamarrilla, que rodeaban la explanada del Santuario hasta colocarse en la escalinata. El bailaor Antonio Merino, acompañado por los sones de la banda de Zamarrilla, puso en escena el misterio de la Anunciación y el sentido de la oración. El Festival continuó con un giro de estilo, subiendo de nuevo al escenario José Félix Ramírez, el batería; Jesús Peña, el bajo; Miguel Ángel Leal, el guitarra; y Rafael Manuel Borrego, el teclista, para acompañar, en primer lugar, al cantautor Jesús Cabello, que compartió con los participantes su experiencia de salvación y vida y su entrada en la música de la mano de la fe, y puso en escena un precioso repertorio de sus siete discos, que concluyó con la canción "Resucitar", con la proclamaba: "tu poder derramará el amor, por cada rincón de la tierra. Tu presencia alegrará la Creación, que esperaba tu promesa". Y, en segundo lugar, acompañó al cantautor Migueli que, con su frescura compromiso y humor, consiguió levantar de las sillas a los presentes y hacerlos bailar al son de sus canciones como “Somos una familia”, “Tiitulitis” y “No puedo vivir sin ti”. Belén Navarro, cantautora malagueña, subió también al escenario a acompañar a Migueli. Faltó tiempo para algunos testimonios, a los que se les dará voz en los programas religiosos de COPE Málaga, pero el broche final lo puso el actor Premio Goya Joaquín Núñez, quien recogió todo lo vivido e invitó a seguir adelante al son del Espíritu. Concluía así un festival cuyo objetivo había sido «moverse unidos al mismo son, que es son de amor, de servicio y de esperanza», en palabras del delegado.