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Benedicto XVI analiza los rostros de la violencia

Publicado: 27/10/2011: 2591

•   En el encuentro por la paz de Asís con 300 líderes religiosos y con no creyentes

El impresionante encuentro de representantes de todas las religiones en Asís como “peregrinos de la paz” incluyó a última hora de la mañana un discurso de Benedicto XVI sobre los nuevos rostros de la violencia y la discordia que predominan en nuestros días. El Papa se refirió al terrorismo fundamentalista y al tráfico de droga, con su secuela de degrado humano y violencia.

El Santo Padre comenzó recordando el primer encuentro de todas las religiones en Asís, convocado por Juan Pablo II en 1986 durante un momento crítico de la Guerra Fría, y celebrando que “tres años después, el muro de Berlín cayó sin derramamiento de sangre”. Desde entonces, “los enormes arsenales que había tras el muro perdieron su capacidad de aterrorizar”, pero la situación en que hoy vivimos no es tampoco de paz, pues “el mundo está desafortunadamente lleno de discordia”.

El Papa destacó en primer lugar entre “los nuevos rostros de la violencia y la discordia” el terrorismo que manipula el sentimiento religioso para justificar “una crueldad despiadada”. Es un abuso al que hay que poner coto, y Benedicto XVI recordó que “los representantes de las religiones reunidos en Asís en 1986 quisieron decir –y nosotros lo repetimos con vigor y gran firmeza- que ésta no es la verdadera naturaleza de la religión. Es más bien su deformación y contribuye a su destrucción”.

Por desgracia, en el pasado, los cristianos han caído en ese error, y el Papa afirmó que “a este punto quisiera decir como cristiano: Sí, también en nombre de la fe cristiana se ha recurrido a la violencia en la historia. Lo reconocemos llenos de vergüenza. Pero es absolutamente claro que éste ha sido un abuso de la fe cristiana, en claro contraste con su verdadera naturaleza”.

Una segunda fuente de violencia en el mundo contemporáneo proviene de “la adoración de la Riqueza (Mammón en arameo), del tener y del poder, que se revela una anti-religión”, así como del tráfico de droga, con su secuela de degradación humana y de violencia que “se convierte en algo normal y amenaza con destruir nuestra juventud en algunas partes del mundo”.

Benedicto XVI dirigió un saludo especial a un grupo que participa por primera vez en el encuentro de Asís: las personas sin religión alguna pero que “buscan la verdad, buscan al verdadero Dios, cuya imagen en las religiones, por el modo en que muchas veces se practican, queda frecuentemente oculta”.

Tres centenares de líderes religiosos

El encuentro de los 300 líderes religiosos de todo el mundo comenzó muy temprano con una cita en la estación ferroviaria del Vaticano desde donde salieron juntos en tren a las siete y media de la mañana camino de Asís, la “ciudad de la paz”, según el espíritu de San Francisco. El grupo incluye representantes de prácticamente todas las religiones del mundo, desde las más antiguas de la India y China hasta las más modernas como las nuevas religiones del Japón, pasando por el zoroastrismo, los Sikh, los bahai y las religiones tradicionales de África y América. Destaca en particular el número de musulmanes y judíos, muy superior a las ediciones anteriores.

El acto de la mañana tuvo lugar en la Basílica de Santa María de los Ángeles -construida englobando la antigua capilla de la Porciúncula en la parte baja de la ciudad-, donde el Papa saludó a cada uno de sus invitados a la puerta del templo.

El programa inició con un hermoso videorreportaje del encuentro de 1986 y de los avances logrados desde entonces en el camino de la paz y el entendimiento entre las religiones. Después tomaron la palabra el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I; el arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams; el rabino David Rosen en representación del Gran Rabinato de Israel, así como representantes de las religiones africanas, del budismo, del islam y de otras religiones.

Tomó también la palabra la escritora, filosofa y psicoanalista franco-búlgara Julia Kristeva, en nombre de los no creyentes. Su intervención sobre los valores del humanismo y del feminismo, incluido el mérito del valor maternal del cuidado de los hijos, los ancianos y los enfermos, y también el cuidado de la naturaleza.

A diferencia de las ediciones de 1986 y de 2002 -motivadas respectivamente por la Guerra Fría y los atentados del 11 de septiembre- este tercer encuentro de todas las religiones en Asís no incluyó plegarias públicas de cada uno de los grupos en distintos lugares de la ciudad.

Para evitar confusiones, el programa se centró esta vez en la “peregrinación” y en el ayuno por la paz manifestado en un almuerzo muy frugal. A continuación, los trescientos participantes se retiraban cada uno a su habitación en la hospedería de la basílica para dedicar hora y media a la reflexión o a la oración personal por la paz. El programa de la tarde incluyó la subida a la antigua basílica para renovar allí, solemnemente y en público, la promesa común de trabajar por la paz.

Más información en la página del Vaticano

Autor: abc.es

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