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Murió un Papa carismático

Publicado: 02/04/2006: 215

•   Se cumple un año del fallecimiento de Juan Pablo II

Este domingo, 2 de abril, se cumple el primer aniversario de la muerte de un Papa, Juan Pablo II, al que suele llamarse carismático.

Con motivo de la efemérides, aparece una publicación, dependiente del vicariato de Roma, denominada “Totus Tuus” para “analizar y documentar todo el proceso que podría llevar a los altares a Karol Wojtyla”. Como se sabe, fue el pasado 28 de junio cuando se abrió la causa de su beatificación y canonización.

La palabra Carisma, de donde proviene “Carismático”, ha pasado, desde el contexto religioso-teológico donde nació, al lenguaje común, al político de manera especial y, en un deslizamiento inevitable y progresivo, se la utiliza como sinónimo de “agradable”, “simpático”...

Por ello, la figura de Juan Pablo II, puede diluirse en consideraciones que no le son propias, o, al menos, que no lo son de manera preferente.

Juan Pablo II fue un hombre de Dios. Sólo eso. Su larga e inolvidable trayectoria se centró, efectivamente, en desarrollar su carisma, pero éste no fue una manifestación de “simpatía” movilizadora de masas, sino la exposición pública de “un don de Dios” –el verdadero carisma- que puso al servicio de la Iglesia y de la humanidad. Con ella, transformó el mundo que había recibido.

Carl Bernstein, descubridor del célebre Watergate y famoso periodista galardonado con el premio Pulitzer, escribió: “en un escenario mundial dominado por profundas divisiones económicas, nacionales y religiosas, el Papa destaca como el único portavoz internacional de los valores universales”.

Efectivamente, Karol Wojtyla siguió la llamada de Dios y fue fiel a su particular Carisma profético que le ordenaba ser voz de Jesús en medio de la violencia y el materialismo. Llegará a los altares alguna vez. Por la puerta grande de la Historia ha entrado ya.

Autor: Revista Diócesis

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