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Día del Seminario

Publicado: 19/03/2006: 272

•   El 19 de marzo, fiesta de San José, se celebra el Día del Seminario

Dicen los formadores del Seminario de Málaga que, para ser cura “no hace falta ser un ‘súper’, pero sí estar con ganas de ‘superarse’ cada día y ‘superar’ los propios defectos.

Hay que ser una persona equilibrada, que busque la verdad y el bien de los demás; tener una inteligencia normal; estar dispuesto a buscar la voluntad de Dios y cumplirla y prepararse durante unos años en el Seminario, adquiriendo una base suficiente de formación humana, teológica, espiritual, pastoral y comunitaria”. Éstas son algunas de las cualidades básicas necesarias para ser sacerdote. Hasta aquí no parece muy difícil, aunque, como toda vida, como toda llamada del Señor, tiene sus momentos mejores y peores, sus luces y sus sombras. Varios sacerdotes de Málaga nos cuentan cómo es, en la práctica, la vida de un cura malagueño: en sus comienzos llenos de vitalidad; después de unos años se cae en la crisis del realismo; y tras la jubilación, con la experiencia de toda una vida, el abandono en las manos de Dios.

Los seminaristas permanecen durante siete cursos en el Seminario. En estos años, amplían su formación, tanto intelectual, como espiritual y pastoral. Es decir, que el equipo de formadores del Seminario se encarga de ayudar a estos jóvenes para vivir la realidad que se encontrarán después en las parroquias a las que serán enviados por el Sr. Obispo. Como afirma uno de los seminaristas actuales, Daniel Cerván, “aquí no nos preparamos para vivir para nosotros mismos, sino para servir, como Jesús, a toda la Iglesia de Málaga”.

Miguel Ángel Gamero recibió el sacramento del orden sacerdotal el 11 de septiembre de 2004, hace un año y medio. Tras este corto espacio de tiempo, aún resuena en su cabeza la siguiente frase: “Enraizados y cimentados en Él, manteneos firmes en la fe, como se os ha enseñado, y vivid en permanente acción de gracias” (Col 2,7). Es la cita de San Pablo que eligieron, para la ordenación, los tres compañeros que se ordenaron ese día.

“En estos momentos, y después de un año y poco de cura, me siento pleno, querido por Dios, sostenido por su Amor. Es el Señor el que quiso llamarme para esta tarea y deseo con todas mis fuerzas seguir buscando como pastor de una comunidad, que forma ya parte de mi vida, el Reino de Dios y su justicia”. Así define la ilusión con la que vive este primer tiempo de su andadura como cura.

Al salir del Seminario, van llenos de ilusión, pero no todo son alegrías. Miguel está convencido de que “aunque hay momentos en que vives demasiado sepultado en la actividad y sientes sobre ti las dificultades que supone ser cura en nuestros tiempos, te sabes enraizado y cimentado en Él. En esto de ser sacerdote, el único Maestro es Cristo. La mejor ciencia, la experiencia profunda de Dios. Y el mejor premio: sentirse querido por Dios, a pesar de tus limitaciones y las de nuestra Iglesia”.

¡Feliz Día del Seminario!

La web

Toda la información de la Campaña Vocacional se encuentra en la web del Seminario.

También este año, como novedad, se puede seguir las experiencias y vivencias de un seminarista durante la Campaña a través del blog de la Diócesis.

Autor: Revista Diócesis

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