NoticiaOpinión Las antífonas de la O Imagen de la María Santísima de la O de Málaga capital Publicado: 18/12/2023: 11049 Esperanza Este domingo se iniciaron las fiestas mayores de Adviento. La liturgia católica prepara todo el ajuar, vinculado a la liturgia, para celebrar la conmemoración anual del nacimiento de Cristo: el 25 de diciembre. Los cristianos celebran ese día el nacimiento de quien, para ellos, es luz del mundo, la luz que no se apaga; aunque los Evangelios aluden a que los pastores que fueron a visitar al recién nacido estaban al raso, por tanto, hablamos de primavera o verano, como fecha del nacimiento de Jesús. De lo que sí tenemos certeza es del acontecimiento histórico del Nazareno: existió. Otra cosa distinta es la certeza de fe: los cristianos reconocen a Jesús de Nazaret como Dios y hombre verdadero. Y es ahí donde cobra su sentido las llamadas Antífonas de la O vinculadas a las fiestas mayores de Adviento que celebramos. Las Antífonas de la O se llaman así porque empiezan en latín con la exclamación O. Fueron pensadas como compendio del espíritu del Adviento: cada antífona empieza por una exclamación seguida de un título mesiánico tomado del Antiguo Testamento: Sapientia (Sabiduría); Adonai (Señor poderoso); Radix (Raíz); Clavis (Llave); Oriens (Oriente); Rex (Rey); y Emmanuel (Dios con nosotros). Si la primera letra después de la 'O' se lee en sentido inverso forman el acróstico 'ero cras', que significa: 'Seré mañana o vendré mañana'. Quizá se pregunte el lector esta explicación a qué viene. La respuesta está en que todo tiene su tiempo, conviene cuidar los ritmos y no celebrar la Navidad antes de que llegue, sugiero evitar la dinámica en que nos hemos instalado: salvaremos así llegar hastiados a Navidad y lo haremos acompasados al ritmo secular que nos introduce en el misterio de vida y fe que muchos creyentes celebran, como si de un amanecer sin tiempo se tratara.