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Semblanza de José Guzmán Pérez

Publicado: 28/12/2020: 4816

El Rvdo. D. José Guzmán Pérez falleció a los 92 años de edad el 23 de diciembre de 2020. La Misa exequial, presidida por el Sr. Obispo, se celebró el 24 de diciembre, en la capilla 2 de Parcemasa, a las 12.30 h.

D. José Guzmán Pérez, nació el 4 de marzo de 1928 en Málaga. Es el tercero de ocho hermanos. José, su padre, con conocimientos y dedicación al campo de la farmacia y su madre Josefa, entregada a cuidar a su hermosa y amplia familia, ayudada por Eli, la hija mayor, que acompañó a su hermano en diversos destinos pastorales y que ha fallecido recientemente.

Van a vivir la crudeza de la Guerra Civil y sus consecuencias de post-guerra. Una vez terminada esta, la inquietud de aprender de José, siendo un niño de poco más de 12 años, le lleva a ingresar en nuestro Seminario Diocesano donde va fraguando su vocación al sacerdocio, recibiendo una sólida formación teológica y espiritual.

Recibe la ordenación presbiteral, con sólo 24 años, el 31 de mayo de 1952 por el Cardenal Herrera Oria en Barcelona, con motivo del XXXV Congreso Eucarístico Internacional, un relevante evento, en el que participaron 77 países y 300.000 congresistas, entre ellos 12 cardenales, más de 300 arzobispos, obispos y abades y 15.000 sacerdotes, religiosos y seminaristas. Uno de los actos centrales fue la ordenación de 820 presbíteros en el estadio de Montjuic, la más multitudinaria de la historia, entre los que se encontraba D. José.

Comienza su ministerio pastoral en julio de ese mismo año como Encargado de Olías y Totalán, pasando al siguiente curso a ser Vicario parroquial de San Pedro de Antequera y, posteriormente, Ecónomo de Cuevas Bajas. Enviado a Málaga durante seis meses como Vicario de la Parroquia Ntra. Sra. de Fátima de Málaga, pasará a ser, posteriormente, Ecónomo de Setenil, que en aquellos años pertenecía a la Diócesis de Málaga. En 1959 regresa a Antequera, donde permanecerá cuatro años, siendo Ecónomo de la Parroquia de S. Miguel, Profesor de religión en el Colegio Mª Inmaculada y Capellán de Hospital Municipal.

De nuevo llega a Málaga en 1963 y va a asumir la Capellanía de la Clínica de Reposo “Los Ángeles”; además, profesor de religión en el Instituto y Capellán del Colegio de la Asunción y de las Siervas de María. Es adscrito a la parroquia de Sto. Domingo y también profesor de religión en el Colegio de Gamarra y de Psicología Racional en el Seminario Diocesano.

En julio de 1972 es nombrado Ecónomo de S. Felipe Neri donde permanecerá once años, hasta ser enviado como Ecónomo de Alozaina en

1983. En septiembre de 1985 regresa a Málaga y va a poder continuar con su vocación a la docencia, al ser nombrado profesor de religión en la Universidad Laboral hasta su jubilación, celebrando la Eucaristía en la Parroquia Stma. Trinidad con la Comunidad de Religiosas Clarisas y otros feligreses, ayudando a su buen amigo D. Juan González Arrabal.

Va a vivir con su hermana María Jesús y será ayudado por su otra hermana, Eli, su sobrino José Miguel y otros familiares. Son años en los que, a medida que avanza la edad, crecen también las limitaciones físicas y diversas dolencias. No obstante, se mantiene perfectamente lúcido, con una mente abierta, incluso, adelantado para su tiempo, con la inquietud de estar al día en la vida de la sociedad mediante la lectura de la prensa, de la radio y sin perder su afición al fútbol.

Finalmente, tras un ingreso en el Hospital es acogido en la Residencia El Buen Samaritano el 15 de octubre de 2019. A pesar de las dificultades que ha ocasionado la epidemia del coronavirus, él se sentía feliz y muy bien atendido por el personal de la Casa, manifestando que quizás debería haberse incorporado antes a este Centro.

El miércoles de la semana pasada, a causa de una infección, es ingresado en el Hospital Dr. Gálvez. Se va complicando su estado y en la mañana de ayer, 23 de diciembre, un edema agudo de pulmón le provocará su fallecimiento.

Estamos en el final del Adviento. “Maran hatá, ven Señor Jesús”. Nuestro Señor está viniendo, es más, podemos afirmar que ha adelantado su venida unas horas para hacer realidad en D. José los “cielos nuevos y la tierra nueva…donde ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor…” como nos proclama el libro del Apocalipsis. “Mira, hago nueva todas las cosas”. Nosotros confiamos que D. José esté contemplando y gozando de esta grandiosa visión de la nueva Jerusalén y que su viva esperanza se haya hecho realidad en la plena posesión de las promesas del Padre.

Querido D. José, María te cuida con su amor de Madre. Descansa en paz.

Francisco González Gómez. 24.12.2020

Diócesis Málaga

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