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Bautismo en el primer templo de la Diócesis

Publicado: 10/01/2014: 9344

Sabemos que el Bautismo siempre se celebra en las parroquias los Domingos, Día de Señor, y, normalmente bautiza el párroco. Ahora se celebran algunas veces en la Catedral ¿por qué?¿es un privilegio para algunos?

En la Diócesis, desde hace unos años el Obispo está administrando este sacramento de la Iniciación Cristiana dos veces al año: para niños pequeños el día del Bautismo del Señor, domingo siguiente a la fiesta de Epifanía, y para los adultos en la Vigilia Pascual. No es un privilegio para algunos, es una ocasión que se ofrece para que, las familias de toda la Diócesis que lo deseen puedan bautizar a sus hijos en la Catedral.

Una de las funciones del Obispo es la santificación de su pueblo, es decir, no solo tiene que predicar y celebrar la misa, debe, algunas veces al año, celebrar los sacramentos. Ya celebra las confirmaciones y las ordenaciones de diáconos y presbíteros, también desde hace unos años, en esta fiesta del Bautismo del Señor, celebra el bautismo incorporando a los que se bautizan a la familia de los hijos de Dios. La Catedral tiene, en la Diócesis, un valor y un significado profundo: es el signo de comunión de la Iglesia Diocesana ya que allí está la Cátedra, la Sede desde la que el Obispo, como pastor y sucesor de los apóstoles, preside, predica, enseña y forma a esta Iglesia de Dios que peregrina en Málaga al encuentro del Señor.

Por el sentido que tiene la Catedral, es el lugar donde el Obispo celebra, a lo largo de cada ciclo litúrgico, los acontecimientos más significativos de la Iglesia Diocesana. En los días próximos a la Pascua, junto con todo el presbiterio, bendice el Óleos de los catecúmenos que se utilizará en las unciones previas al Bautismo, tanto de niños como de adultos, bendice el Óleo con el que serán ungidos los enfermos y consagra el Santo Crisma con el que ungirá a los bautizados y confirmandos, a los Obispos y sacerdotes en el día de su ordenación y a los templos y altares en su Dedicación; celebra las ordenaciones de diáconos y presbíteros y administra el Bautismo y la Confirmación.

La visita a la Catedral, para participar en una celebración, ya sea la misa o en algún sacramento, es ocasión que se nos presenta para crecer en la comunión en nuestra Iglesia particular de Málaga y, en consecuencia, con toda la Iglesia universal. No debemos ver la Catedral como una realidad lejana, un edificio que está en el centro de la Ciudad, sino como el lugar que nos está diciendo que la vida cristiana la vivimos en comunión, es decir, unidos con los demás cristianos malagueños y la Catedral es el signo visible que nos lo va recordando.

Un compromiso para este nuevo año: visitar la Catedral para participar en la eucaristía o algún sacramento varias veces al año, nos ayudaría a crecer en la comunión y en la unidad en nuestra Iglesia Diocesana.

Autor: José León Carrasco, prefecto de liturgia S.I.C.B.

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