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Loli Barroso, primera mujer que dio a luz tras un trasplante: «Todos los días doy gracias a Dios y a mi donante»

Publicado: 04/06/2013: 3191

«Cuando conocí a mi novio, le dije: "Yo no puedo parir", pero él me dijo que no le importaba», afirma Loli Barroso (Pruna, Sevilla), la primera mujer que dio a luz en Andalucía tras un trasplante, que hoy es madre y abuela. DiócesisMálaga ha querido rescatar el testimonio de esta mujer con motivo de la Misa que se ha celebrado este 5 de junio en la Catedral de Málaga por los trasplantados.

Sólo tenía 16 años cuando le detectaron una insuficiencia renal crónica sobre los años 70. Le dijeron que le quedaba un mes de vida, y entonces comenzó su camino por la diálisis a la espera de que llegara un riñón compatible. «Yo que estaba a las puertas de la muerte, nunca pensé escuchar que me llamaran mamá». 

Cuando lo médicos se enteraron de que estaba embarazada «me iban a matar, pero me ayudaron y me apoyaron mucho. Yo fui su conejillo de indias. Hoy día nacen muchos niños de madres que han tenido trasplantes pero en aquel momento todo era nuevo. No tengo palabras para agradecer a la persona y a la familia que me donó el riñón. Me gustaría que supieran que se fue dando vida, y que gracias a ellos, no salvó solo mi vida, sino que además han nacido dos personas más, que también le deben la vida y espero que nazcan muchas más». 

Su hija sólo tenía 8 años cuando tuvo que volver a diálisis por segunda vez, «eso si que fue duro, yo solo pensaba en ella. Cuando llegaba a la casa tras la diálisis, ella había hecho las cosas de la casa como buenamente había podido, por eso no pudo estudiar, su infancia no fue fácil». Rocío, se llama su hija, que hoy día reside en Málaga, como agradamiento a la nefróloga que la atendió en el parto. «Mi niña nació a los siete meses, muy pequeñita y tuvo que estar en la incubadora, pero en cuanto me la dieron la llevé bajo el manto de la virgen de mi pueblo para que la protegiera. Ella es muy devota de la patrona de Pruna, incluso sale de capataz acompañando a la virgen de la Concepción, por eso en cuanto mi nieta nació, la pusimos también bajo su manto». 

Años después y con un segundo trasplante de riñón a sus espaldas, Loli cuenta que aún «no me creo que haya podido ir a la boda de mi hija». Dice que fue uno de los días más bonitos de su vida. Durante el enlace el doctor José Pérez Bernal, excoordinador de trasplantes del Hospital Virgen del Rocío, al que la hija de Loli llama tito Pepe, cariñosamente, protagonizó uno de los instantes más emocionantes de la ceremonia, al leer una carta dirigida a los futuros hijos de Rocío y a su marido Agustín. Los definió como hijos de la solidaridad. Para Loli, Pérez Bernal es su ángel de la guarda. 

Hace pocos días en la Catedral de Málaga ha tenido lugar una misa por los trasplantados, por ello, hemos querido rescatar el testimonio de Loli Barroso, que está tan dispuesta a contar en primera persona lo importante que es irse dando vida, que tan solo al final de la entrevista preguntó por qué la Diócesis de Málaga quería saber de ella, después de afirmar que si su testimonio servía para algo lo publicara allí donde fuera necesario.

Autor: Beatriz Lafuente

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