NoticiaColaboración Gracias por vuestra generosidad Publicado: 12/11/2015: 12264 CARTA ABIERTA. Guillermo Tejero Moya, Vicario para Asuntos Económicos de la Diócesis de Málaga. Hoy es el Día de la Iglesia Diocesana; este año con el lema: “Una Iglesia y miles de historias gracias a ti”. Es una jornada en la que se nos invita a recordar que todos somos Iglesia. Cada uno con nuestra vida de fe contribuimos a la edificación y al fortalecimiento de la Iglesia. La Iglesia que Dios quiere que vivamos es la que se entrega generosamente a los más pobres; una Iglesia que es espejo y puente del amor de Dios en los barrios, en las familias, en los pueblos. Una Iglesia llena de la misericordia de Dios, que vive llenando todo de la ternura de Dios. Es una Iglesia que vive con Cristo, que se esfuerza en vivir como y para Él. Hoy recordamos una vez más que tenemos que ser Buena Noticia de Dios para los demás; ser Evangelios vivos en medio del mundo. Porque el Señor nos llama a ello, no viviendo esta misión a título individual, sino como Iglesia unida, como una sola familia. En el Día de la Iglesia Diocesana se nos recuerda que somos una familia que sufre con las debilidades y se alegra en la fidelidad, que levanta al que tropieza, anima la marcha al que le cuesta caminar y al que va más rápido le dice que no se olvide de que vamos juntos todos. Una familia que tiene siempre un sitio dispuesto para aquel que llama a la puerta; donde no hay distinciones. Una familia donde contribuimos con nuestra vida, con nuestro granito de arena en los distintos ámbitos de la parroquia: catequesis, cáritas, liturgia, pastoral de la salud, religiosidad popular y en otros ambientes. Nuestra colaboración afecta naturalmente a la parte económica. Es necesario que hagamos un esfuerzo entre todos para crecer en solidaridad, tanto en nuestras parroquias como con las más necesitadas. Igual que en las familias se ayudan, nosotros, como familia en la fe, nos ayudamos. En este año se nos invita a abonar una cuota a favor de la Diócesis o de la parroquia, que se desgrava en la renta. Es una forma de hacer un compromiso económico fijo con la Iglesia, que es de todos. Es una llamada que nuestra familia hace. Porque formamos parte de la Iglesia, de la parroquia, contribuimos con ella, la ayudamos en lo que podemos y en lo que necesita. Gracias por vuestra generosidad y juntos llevemos la alegría del Evangelio.