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En Semana Santa, la Catedral simboliza la unidad de la Iglesia

Publicado: 23/03/2010: 524

•   El templo mayor acogerá a 16 cofradías en estación de penitencia

La entrada del Señor en Jerusalén, recibido con palmas y olivos, marca el inicio de la Pasión. Este hecho lo recordamos con la celebración del domingo de Ramos que también hoy, veinte siglos después, sirve de comienzo a la Semana Santa.

Reportaje de Ana Mª Medina para la revista "Diócesis":

A lo largo de ocho días, los católicos malagueños sacamos a la calle la imagen de Aquel que sostiene nuestra esperanza. Y lo hacemos en contra de los consejos de vivir la fe en la sacristía que nos lanzan los políticos, los mismos que, en estos días, se olvidan de lo que dijeron y “arriman el hombro” para salir en los periódicos.

La Semana Santa, como todo lo humano, tiene contradicciones, pero también una cara menos conocida, donde hombres y mujeres viven con intensidad la estación de penitencia como un lugar privilegiado de encuentro con el Señor, que carga en su cruz los pecados de toda la humanidad.

CON VOSOTROS SOMOS IGLESIA

Desde que en 1990, con el beneplácito del obispo Ramón Buxarráis y del Cabildo, la Catedral abriera sus puertas a las hermandades malagueñas, el primer templo de la diócesis da especial sentido a los recorridos procesionales de 16 cofradías. Cada una de ellas, de acuerdo con el Cabildo, celebra un determinado acto de piedad, tales como el Via Crucis, la adoración al Santísimo Sacramento o a la Santa Cruz.

La primera de las hermandades que celebra estación de penitencia en la Catedral de Málaga en Semana Santa es la del Dulce Nombre. “La venimos celebrando desde que ingresamos en la Agrupación de Cofradías, en 2003. Al principio acompañábamos únicamente a la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Soledad, hasta que en el año 2008, comenzamos a realizarla con nuestros dos titulares, al procesionar por primera vez a María Santísima del Dulce Nombre. Este año es la octava estación de penitencia de esta corporación franciscana”, nos dice José Carlos Montes, hermano mayor.

El acto de piedad de esta cofradía consiste en una celebración de la Palabra, en la que un hermano de la misma lee el pasaje evangélico de las negaciones de san Pedro. El carisma franciscano impregna también su transitar por el interior del templo, ya que se leen, además,   dos oraciones de san Francisco de Asís.  “Desde la primera estación de penitencia, la Escolanía de Nuestra Señora de la Victoria acompaña musicalmente el acto de piedad”.

Estos cofrades, que ilustran en estas líneas la forma de proceder de otras muchas cofradías, preparan con ilusión esta práctica con el director espiritual, y tienen por costumbre que sea cada año una persona distinta de la hermandad la que solicite la venia a la entrada al templo. “Normalmente este honor lo concede el hermano mayor a un miembro de la cofradía que haya destacado por su trabajo y labor de fe en la misma. Para nosotros, esta estación de penitencia significa venerar a Jesús en el templo mayor de la diócesis y rezar como hermanos junto al pueblo  cristiano como marcan nuestras reglas. Nuestra condición de seguidores humildes de Cristo y gente de fe nos hace darle este sentido a nuestra salida del Domingo de Ramos.

TU IGLESIA TE ACOGE

Desde el cabildo catedralicio nos expresan la singularidad de estas estaciones, “muy edificantes y desarrolladas en un ambiente de silencio y de respeto, especialmente por los cofrades. Con ellas se recupera en Málaga el origen de las prácticas eclesiásticas y religiosas que establecieron este singular peregrinaje como demostración de adhesión a la Iglesia universal y a la autoridad del obispo diocesano”. Todas estas cofradías ingresan en la basílica por la puerta de las Cadenas, mientras que los fieles lo hacen por la frontera de los abades. Cada día, un capitular recibe y saluda, a modo de anfitrión, a quienes conforman la procesión, y acompaña a los hermanos durante su transitar por el interior catedralicio. En este recorrido, se realiza una parada ante la capilla sacramental de la Encarnación, o ante el monumento, en la tarde del Jueves Santo.

“Por sus características, cabe destacar la estación de las Reales Cofradías de San Juan, con la antiquísima imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, en la madrugada del Viernes Santo, que, al contrario de las demás, es contemplado por un número reducido de fieles, que quedan siempre impactados”.

Autor: diocesismalaga.es

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