NoticiaPentecostés Jesús Guerrero: «El Señor está deseando que nos abramos a la acción del Espíritu Santo» Jesús Guerrero, miembro de la Renovación Carismática Publicado: 30/05/2020: 12929 JESÚS GUERRERO Mi nombre es Jesús Guerrero. Estoy casado con María del Carmen y tenemos tres hijos, dos de ellos en el cielo. Pertenezco a la Renovación Carismática Católica en España desde 1997 y llevo 4 años como coordinador de la R.C.C.E en la diócesis de Málaga. En 1997 entré en el grupo de la Renovación Carismática de la parroquia de La Purísima. En esa época me encontraba en plena juventud donde mi vida de fe entraba en fuerte contradicción con mi vida social de diversión y salidas nocturnas. Esto me llevó a una crisis profunda y aunque asistía a las misas de mi parroquia me sentía como el publicano que se situaba al final de la iglesia y le decía al Señor: “Señor aquí estoy, Tú sabrás”. Un domingo me desperté muy temprano y sentí la necesidad de asistir a la primera misa de las 10.30, la animación la llevaba un grupo de jóvenes que cantaban canciones muy ungidas y sentí el deseo de pertenecer a algo parecido. Me enteré que pertenecían a un grupo carismático de la parroquia y en poco tiempo se rodeó la cosa de forma que una chica miembro del grupo me invitó a participar del grupo y accedí. En ellos pude ver una forma sana de divertirse, disfrutar de la vida y al mismo tiempo participar de una vida en Dios y abiertos a la acción del Espíritu Santo. En el Evangelio de San Juan dice: “Yo os enviaré un Paráclito para que esté siempre con vosotros”. ¿No es verdad que nosotros los cristianos y en nuestros grupos hemos sentido y experimentado la presencia del Espíritu Santo? A través de una cita del Evangelio que se nos ilumina, a través de un canto en lengua, a través de la oración de intercesión de los hermanos, a través de una profecía o a través de tantas sanaciones que hemos contemplado. En otro versículo de Hechos dice “Recibiréis el Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y seréis mis testigos”. Si el Señor nos da su Espíritu, no es para que nos lo guardemos sino para ser testigo y anunciarlo, como la chica que me invitó al grupo. El Señor está deseando que nos abramos a la acción del Espíritu Santo y seamos llenos (efusión) de su Espíritu, exactamente igual que los apóstoles en Pentecostés, para ser sus testigos en este tiempo que nos ha tocado vivir. A Él toda la gloria.