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"Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo"

Publicado: 10/02/2014: 17022

Antonio Collado, vicario de la promoción de la fe y párroco de San Juan Bautista de Málaga, nos acompaña en el ejercicio de la Lectio Divina con el Evangelio de este domingo, quinto del tiempo ordinario. «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?», podemos leer en el capítulo 5 de San Mateo, cuando Jesús se dirige a sus discípulos.

 ✔HAGO SILENCIO. Sólo en el silencio me encuentro a mí mismo y allí en el interior está Dios. Sólo desde el silencio puedo percibir su presencia, escuchar su palabra y orar desde el corazón. Busca el lugar adecuado, la hora oportuna, deja afuera por ahora tus preocupaciones, tensiones y tareas que te dispersan y céntrate en lo único importante: entrar en diálogo con el Señor que te espera.

✔ LECTURA (LECTIO). Lee el pasaje del Evangelio de este domingo, sin prisas, con atención, varias veces, si hace falta, hasta que alguna palabra, alguna respuesta, algún personaje te llame la atención. Déjate tocar por las palabras de Jesús, te las dirige a ti personalmente.

✔ MEDITACIÓN (MEDITATIO). Estas notas sólo pretenden iluminar el texto, sólo si te sirven valen, si no, deja que el Espíritu guíe tu meditación. Este Evangelio está íntimamente unido a la última bienaventuranza en Mateo: “Dichosos vosotros cuando os injurien, os persigan...” y está dirigida a los miembros de la comunidad, por ello se utiliza el “vosotros” y no “los que” más impersonal. Probablemente se refiere a la experiencia de la comunidad cristiana a la que pertenece Mateo que se siente perseguida, injuriada frente al judaísmo, del que se está separando. La novedad que trae el Reino no puede perder fuerza ni ser ocultada por miedo a la persecución o al desprestigio. ¿Con qué imágenes se invita a permanecer firmes a pesar de las dificultades? Las comparaciones empleadas adquieren un sentido muy preciso y concreto en este contexto de dificultades, para animar y alentar a la comunidad a mantenerse firme en su misión. Comparaciones tomadas de experiencias concretas de la vida y de larga tradición bíblica. Los cristianos tienen la misión de ser sal de la tierra, la sal da sabor y ayuda a conservar los alimentos. Quienes viven según los valores del Reino aportan el sabor del Evangelio a la sociedad en la que viven. Los cristianos, al igual que la sal, tienen una misión que no pueden cumplir si dejan de ser lo que son. Lo discípulos de Jesús también han de ser luz como ciudad puesta en lo alto de un monte. Sin electricidad, no había más luz que el candil, la luz que brillaba en toda la casa y era referencia para el caminante. Tiene además este ejemplo resonancias bíblicas como “Jerusalén ciudad-luz para todos los pueblos”, Is 60. ¿Con qué ejemplos se desarrolla esta imagen de la luz? Si los cristianos, por miedo o por dejadez, dejan de vivir según las bienaventuranzas, corren el riesgo de desvirtuar la fuerza del Evangelio.

✔ ORACIÓN (ORATIO). Desde estos interrogantes dialogo con el Señor que sé que me ama. ¿Qué cosas en tu vida apagan la luz de la fe y la sal del Espíritu? ¿Recuerdas algún momento en que la presencia del Señor te inundó de luz y alegría? ¿Qué realidades amargan tus días y te vuelven resentido? ¿Tiene tu vida sabor a Evangelio? Nace así el diálogo, la acción de gracias, la súplica, la gratitud.

✔ CONTEMPLACIÓN (CONTEMPLATIO). Es el momento cumbre de este rato de trato con el Señor desde su Palabra. Me detengo en la expresión que más me haya tocado el corazón y desde esa vivencia me dejo atrapar por el misterio de Dios que es amor, ternura y gracia.

✔ COMPROMISO (ACTIO). ¿Vives tu experiencia de fe consciente de que eres un faro que lleva a otros a Dios? ¿Descubres que la fe cristiana tiene mucho de contracultura? ¿Qué valores tienes que mantener incluso contra corriente para que tu fe no se diluya? ¿Con qué otra imagen expresarías tu compromiso cristiano?

Autor: diocesismalaga.es

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