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Caballo de batalla, de Spielberg

Publicado: 10/02/2012: 1189

La última película de Steven Spielberg se estrena este fin de semana y narra la historia de un caballo, a través de la cual conocemos distintas historias personales muy enriquecedoras.

"Caballo de batalla" es una película que reivindica la honestidad, la capacidad de sacrificio, las relaciones familiares y la trascendencia. En ella podemos encontrar los valores del cine tradicional americano. Sus múltiples nominaciones a los Óscar la hacen una buena opción para el tiempo de ocio.

Escucha la crítica completa de Juan Orellana, director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal Española, en el programa de Canal Sur Radio "Palabras para la Vida" emitido el viernes 10 de febrero. 

Cuenta Spielberg que su mayor preocupación cuando se enfrentó a 'War horse' fueron los ojos. No los suyos, sino los de Joey, el caballo protagonista que relincha. Y añade que, de alguna manera, ese mismo empeño es el que inspira toda su obra en general y, más en concreto y por citar a otra bestia, fue el que guió la mayor parte del trabajo de construcción de 'E.T.', esa extraña criatura con la mirada profunda y extraviada (o profundamente extraviada) de, por orden, Einstein, Gandhi y Hemingway (los modelos reconocidos por los creadores).

También dice Spielberg que, puestos a reconocer deudores en la factura y resultado de 'War horse', sólo se le ocurre uno: John Ford. John Ford en general y, más en concreto y por citar a otra besia, 'El hombre tranquilo'. Decía el propio Ford que dirigir una película era sencillo. "No es un misterio, no es ningún arte, simplemente basta fotografiar los ojos de la gente". Hemos llegado. Spielberg como el mejor y más aplicado alumno de Ford.

Básicamente, la última película de Spielberg es eso: unos ojos fotografiados de cerca para retratar el mundo o, de otra manera, para fijar en el negativo lo mejor y lo peor del hombre, según, eso sí, el genuino libro de estilo de su director. De paso, la cinta es algo más: es quizá el más cuidadoso resumen de toda su filmografia. Spielberg se enseña al espectador sin pudor ni vergüenza: inmenso, melodramático, excesivo. No hay tregua ni transiciones. Se odia, se adora, emociona y repele. Todo en uno, cristalizado en una obra perfecta y coherentemente contradictoria, perfectamente 'spielbergiana'.

Autor: diocesismalaga.es

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