Excmo. Sr. D. Manuel Monteiro de Castro
Nuncio Apostólico de Su Santidad

Señor Nuncio: le ruego haga llegar al Santo Padre Benedicto XVI mi afecto fraterno y el sentimiento filial de esta Diócesis de Málaga, ante la incomprensión de que está siendo objeto por parte de numerosas personas y de algunas instituciones. Rezamos por él y por sus intenciones.

Es evidente que de sus palabras no se deriva ningún tipo de descalificación de la religión islámica ni de sus seguidores. Además, como ha dicho certeramente el Cardenal Secretario de Estado, toda persona que conozca su talla humana, evangélica e intelectual sabe con meridiana certeza que está lejos de su ánimo cualquier intención de ofender a nadie por sus creencias religiosas y de provocar cualquier tipo de rechazo a los demás, y su deseo sincero de diálogo entre los creyentes de las diversas religiones. En especial, de los católicos y los creyentes del Islam.

Pienso que todos debemos agradecer su espléndida exposición sobre las mutuas relaciones de la razón y de la fe, con las que ha contribuido a enriquecer la reflexión de quienes buscan la verdad.

Con la esperanza de que un análisis atento de lo que ha dicho sirva para serenar los ánimos, le hago presente mi cercanía ante sus posibles sufrimientos y mi rechazo de toda violencia verbal y de otro tipo contra su augusta persona y contra el Pueblo de Dios que vive en todo el mundo.

Con afecto fraterno

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga