Un año más, la Virgen recorrerá las calles de Málaga seguida por sus hijos, los cristianos que la aman y veneran, y que ven en ella no sólo una madre, sino también una amiga. La Madre, Amiga y Compañera de los devotos malagueños recibirá, durante los días de la Novena, la visita de cientos de cristianos que peregrinarán hasta la Catedral para hacerle llegar todas sus muestras de cariño.

A través de la oración y de numerosas ofrendas florales, la Virgen de la Victoria se sentirá arropada por los suyos, por los malagueños que la sienten dentro de sí.

A finales de agosto, la imagen fue bajada del camarín donde se venera para colocarla en el trono de traslado, en el que, al día siguiente, fue procesionada en Rosario de la Aurora hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se celebró en su honor la Santa Misa.

Procesión

El último día de la Novena, el Sr. Obispo, D. Antonio Dorado, presidirá la Misa Pontifical, tras la que se celebrará una ofrenda floral organizada por la asociación protradiciones malagueñas “La Coracha”, ante la imagen de la Victoria situada en los jardines de la Catedral. Alas 7,30 de la tarde, la imagen de Nuestra Señora Santa María de la Victoria será llevada a hombros por las calles del centro de Málaga, hasta su Santuario, donde permanecerá durante el resto del año para recibir a las docenas de católicos que pasan ante su mirada cada día con la esperanza de encontrar en ella la Palabra de Dios.

Calles tan tradicionales como San Agustín, Molina Larios o Compás de la Victoria, serán testigos un año más de la gran devoción que Sta. María de la Victoria crea a su paso.