Noticia Nadar contracorriente Publicado: 15/02/2016: 3384 El día de los enamorados que se celebra coincidiendo con el Día de San Valentín, el 14 de febrero, es una de esas fiestas de origen cristiano que, desprovista de su corazón evangélico, acaba convirtiéndose en una celebración puramente comercial. ¿Cuánto cuesta el amor de unos esposos que celebran sus bodas de oro? ¿En qué cantidad cifraríamos el cariño de unos novios preparando su boda? ¿Cómo medir en euros la mirada cómplice de unos padres que contemplan a su hijo recién nacido? Por supuesto que, a veces, son importantes los detalles con el otro, pero es significativo que cuanto más efímeras son las relaciones de pareja, más auge haya alcanzado esta celebración. A las parejas cristianas les toca nadar contracorriente, dar testimonio de fidelidad, mostrar al mundo el mejor de los regalos: el amor como don de sí, sin ticket de devolución. Es necesario proclamar con Francisco la definición de matrimonio como un «ponerse en marcha, caminar juntos, mano con mano, confiando en la gran mano del Señor. ¡Mano con mano, siempre y para toda la vida! Y sin dejarse llevar por esta cultura de la provisionalidad, que nos hace trizas la vida».