Rafael Vázquez afirmó que, en este V centenario, estamos celebrando una fiesta de Cristo. «Lutero, en aquel momento, lo que va buscando es alcanzar a un Dios Misericordioso y lo encuentra a través de la Sagrada Escritura. Por las distintas circunstancias que estaba viviendo la Iglesia en aquel momento es verdad que era difícil encontrar a un Dios que nos salva gratuitamente, que nos ofrece su amor, que nos ofrece su misericordia. Y a mi me encanta que esta celebración del 500 aniversario de la reforma haya comenzado cuando nosotros terminábamos el Jubileo de la Misericordia. Son dos momentos en la historia de la Iglesia. Yo digo que Lutero y el papa Francisco se habrían entendido a la perfección hablando de la Misericordia».

Ante la variedad de confesiones cristianas presentes en nuestra diócesis, el delegado de Ecumenismo ha afirmado en El Espejo que «podemos mirarlo por el lado negativo y decir: "¡madre mía, cuánto camino nos queda por andar, cuánta división!" o mirarlo por el lado positivo y pensar: "el Espíritu Santo está presente en cada una de estas comunidades y esto es una riqueza para toda la Iglesia"». 

Vázquez anunció en el programa la próxima incorporación de comunidades evangélicas que hasta ahora no habían venido participando en los actos de la semana de oración por la unidad a los encuentros ecuménicos: «he hablado con uno de sus obispos y me ha comentado que ya, en todos los cultos, están pidiendo por esta semana por la unidad de los cristianos».

Por su parte, el pastor de la Iglesia Evangélica Española, José Manuel Mochón, ha recordado el encuentro ecuménico celebrado la semana pasada en el contexto de la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado: «con esta vigilia de oración previa a la jornada, hemos pasado del ecumenismo de la oración, tan necesario, al ecumenismo práctico en la solidaridad y en la atención a los más necesitados como es el caso de los emigrantes y los refugiados».

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