NoticiaMigraciones

Acojamos con entrañas de misericordia

Publicado: 07/01/2016: 21205

La Diócesis de Málaga ha celebrado este viernes la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, con una vigilia ecuménica, presidida por D. Jesús Catalá, en la parroquia de San Felipe Neri de la capital. La jornada concluyó con una marcha al Centro de Refugiados (CEAR).

«Que el Evangelio de la Misericordia nos interpele a todos y cada uno de nosotros para que no nos habituemos al dolor de las personas que se ven obligadas a abandonar sus casas»

El vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social, Gabriel Leal, explicó que «al ser el Año de la Misericordia hemos querido que esta jornada sea lo más amplia posible. De hecho lo hemos preparando toda la Vicaria de Acción Caritativa y Social; que comprende Cáritas Diocesana, Manos Unidas, Delegación de Migraciones, Pastoral de la Salud y Pastoral Penitenciaria; junto a las delegaciones de Ecumenismo y Misiones, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y las agrupaciones de pasión y gloria de la capital».

Otras Confesiones
Esta jornada está enmarcada dentro de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, y a la vigilia han asistido miembros de las confesiones cristianas. De hecho, la jornada concluyó con un gesto de cercanía y solidaridad con los refugiados que han llegado a Málaga, a través de una marcha al Centro de Refugiados (CEAR) que lleva muchos años funcionando en los locales de la Iglesia Evangélica.

El vicario afirmó que durante «esta jornada, cuyo lema es “Acoger con entrañas de misericordia”, lo primero que pretendemos es rezar ante esta tragedia que requiere que se mueva el corazón, la voluntad y la conciencia de tanta gente, que tienen responsabilidades, no solo en la acogida, sino en provocar estos desplazamientos».

«Un acto de este tipo siempre ayuda a avivar la conciencia de los que estamos en esta parte del mundo, para que incidamos en la medida de nuestras posibilidades tanto en la acogida, como en la lucha contra las causas que ocasionan esto. Y así, poner de relieve la preocupación de la Iglesia y lo que las iglesias vienen haciendo».

El delegado de Migraciones, Ramón Muñoz, afirma que «el papa Francisco quiere que este día se celebre como una jornada jubilar a nivel diocesano y desea que se concrete en signos significativos de solidaridad enmarcados en el espíritu de las obras de la misericordia. Es decir, que seamos nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre, pastor especialmente sensible con la oveja herida, cansada y enferma, como nos recuerda en su mensaje de este año. Que el Evangelio de la Misericordia nos interpele a todos y a cada uno de nosotros para que no nos habituemos al dolor de las personas que se ven obligadas a abandonar sus casas por causa del hambre y de la violencia. También se nos pide que no se reduzca sólo a un acto puntual sino que, a lo largo del año, mostremos las misericordia de Dios con las personas que más lo necesitan entre los que destacan los refugiados e inmigrantes, obligados a salir de su países de origen, bien sea por hambre o conflictos armados como, es el caso de Siria, Ucrania, Irak, Mali, Eritrea, Republica Centro Africana…».

Beatriz Lafuente

Licenciada en Periodismo e Historia. Casada desde 2011, es madre de un hijo.

beatrizlfuente
Más noticias de: Migraciones