NoticiaJuventud Hermano Cristian: «Más de 20.000 jóvenes europeos vivirán un fin de año diferente» Hermano Cristian, de la comunidad ecuménica de Taizé Publicado: 30/11/2015: 12931 El hermano Cristian es natural de Chile. Siendo joven conoció la comunidad ecuménica de Taizé y ya hace más de 10 años que es parte de ella. Hace unos días visitó la Diócesis de Málaga para invitar a los jóvenes a participar en el Encuentro Europeo de Jóvenes al estilo de Taizé, que tendrá lugar del 28 de diciembre al 1 de enero en Valencia. «En Taizé, los jóvenes se encuentran a sí mismos, se encuentran con Dios y con miles de jóvenes que andan buscando algo más en sus vidas» Su invitación va destinada a los jóvenes, para que vivan un fin de año inolvidable y distinto a todo lo que han vivido hasta ahora. Es el encuentro número 38 ya y tendrá lugar del 28 de diciembre al 1 de enero, en Valencia. Lo llamamos peregrinación de confianza y ese nombre tiene mucho que decir pues se trata de que jóvenes de toda Europa se trasladen a un lugar concreto, en una fecha muy especial. Un lugar donde serán acogidos con toda generosidad. Se trata de confiar en que lo que se va a vivir es lo que el Espíritu está soplando y es algo distinto desde el momento en que el joven es acogido por personas de otro país, cultura, idioma… que nos hacen sentir en familia. Viviremos unos días de oración, al estilo de Taizé, con cantos repetitivos, silencios, lecturas de los Salmos… unidos a más de 20.000 jóvenes de Europa y en la realidad concreta de la Diócesis que nos acoge: Valencia. Se harán actos en la Catedral y en dos carpas que se colocarán en el río Turia. Los jóvenes tomarán literalmente el centro de la ciudad. Jóvenes de diferentes edades, culturas, países y confesiones cristianas. Esperamos más de 20.000 de toda Europa y de otros continentes. Todos rezando juntos, unidos por el mismo Cristo: ortodoxos, protestantes, católicos. Ya se están inscribiendo desde Ucrania, Lituania, Francia, Italia, Portugal y desde muchos puntos de España. ¡Os esperamos a todos! ¿Qué tiene Taizé que al que va lo enamora? La verdad es que no hay una fórmula mágica. Yo creo que los jóvenes se encuentran a sí mismos, se encuentran con Dios y con miles de jóvenes que andan buscando algo más en sus vidas. Muchos vienen para reafirmar su fe. A todo esto se une que, cuando uno llega a la comunidad ecuménica de Taizé (Francia) que reza y que les invita a unirse a su ritmo de vida durante una semana, eso les toca en lo más profundo. Taizé no es sólo un lugar de retiro, es una comunidad que entrega su día a día: oración varias veces al día, reflexión bíblica, silencio, intercambio con jóvenes de otras culturas, países y tradiciones… Muchos jóvenes llegan diciendo que rezan poco y, a veces sólo piden cosas al Señor. Quedarse en una posición de escucha, de oración y que el canto de Taizé le ayude a interiorizar es una experiencia totalmente nueva para muchos jóvenes. ¿Cómo llegó usted a ser hermano Taizé? Hace 13 años, llegué a Taizé como un joven más de mi parroquia de Santiago de Chile. Viví una experiencia de tres meses ayudando en el voluntariado, en la comunidad, en todo lo que se necesitaba. Me volví a mi país reforzado en mi fe. Yo andaba en aquel tiempo en búsqueda personal y vocacional. Y decidí volver a Taizé, pues en la comunidad dan la oportunidad de vivir unas semanas en verano e incluso un año completo. Y eso fue lo que hice: “¿Por qué no volver a Taizé un año, un período prudente?”. El año se prolongó un poco más, pues estaba encontrando lo que buscaba: Una vida de oración, de comunidad y de servicio pastoral. Es más, encontré algo totalmente nuevo para mí. Descubrí que la Iglesia es amplia, grande, es mucho más que mi parroquia, mi grupo o mi diócesis; es amplia en todos los sentidos, también en diversidad de jóvenes que andan buscando y en diversidad de confesiones cristianas. Eso me enamoró y me planteé seguir a Jesús como hermano de la comunidad ecuménica de Taizé. Los hermanos de Taizé, ¿sois de diferentes confesiones cristianas? Hay hermanos católicos, protestantes, luteranos, anglicanos, calvinistas… Pertenecemos a 25 países distintos, lo que también genera una gran diversidad cultural: pertenecemos a países africanos, asiáticos, latinoamericanos y europeos. La comunidad está formada por casi 100 hermanos, 70 vivimos en Taizé y los demás viven en varias comunidades que tenemos en Asia, América latina y África. Es una forma de estar insertos en diferentes realidades. Sois la prueba viviente de la unidad que Jesús quería para su Iglesia. Hacemos visible que es posible rezar juntos. Intentamos vivirlo desde la sencillez, sentarnos juntos bajo el mismo techo y rezar juntos, yo creo que es importante. Para los jóvenes es importante descubrir qué me puede aportar otro cristiano, qué está viviendo en su iglesia, en su país. Por eso siempre partimos de lo que nos une, para avanzar. Rezar juntos es un bonito signo en la Iglesia hoy día. Una invitación a los jóvenes que nos están leyendo para que acudan al encuentro de Valencia. Les animo a que participen porque vendrán jóvenes de toda Europa a vivir la fe, a rezar juntos, a encontrarse, a dejarse acoger por la diócesis de Valencia, que está trabajando mucho desde septiembre. Las familias se están ofreciendo para acoger a todos los jóvenes y será un éxito que todo el mundo sea acogido en familias, pues es un signo más de comunión. Hay quien dice que el Encuentro Europeo de Jóvenes de Taizé se celebra en fechas malas, en unas fechas muy familiares, y puede ser cierto, pero también es cierto que es una experiencia de año viejo y nuevo distinto a lo que estamos acostumbrados y el vivirlo con otras familias que los acogen como si fuesen sus hijos, es algo inolvidable para los jóvenes. Es toda una peregrinación de confianza.