Comenzó trabajando en radio muy joven y en su extensa vida profesional ha pasado por Radio Cadena Española, Radio Juventud, Cadena Rueda Rato, Cadena Ser, Onda Cero y Cadena Cope. En esta última ha sido coordinador general, director de Cadena Cien y Rock FM, responsable del Departamento de Estrategias de Deporte y Subdirector General. A pesar de sus estancias en Madrid, siempre ha dejado abierta la puerta de volver a Málaga por eso le llaman en Madrid "Adolfo el breve".

–¿De dónde le viene ese espíritu periodístico?

–Fruto de la casualidad. Yo quería ser abogado y creo que el mundo del Derecho, afortunadamente, se perdió un abogado como yo (se ríe). Desde el principio encajé muy bien en este mundo de los medios. Fui capaz de combinar una cierta capacidad para visualizar la gestión con una cierta capacidad para hacer comunicación y un éxito me llevó a otro. La Ser me fichó como jefe de programa en su emisora en Vélez- Málaga, al año siguiente pasé a director de Almería, después a Sevilla, Huelva, director regional en Castilla y León, coordinador general de Cope... He ido trabajando y teniendo éxito, todo me vino muy rodado y muy dado.

–¿Cuál es el secreto de Cope para permanecer entre los líderes?

–Su identidad, no tengo ninguna duda. La identidad de Cope, en algunas cosas, es posible que nos haga ir a una velocidad menor que los demás, pero es una garantía de credibilidad y de no engaño. El oyente cuando sintoniza Cope sabe perfectamente lo que está sintonizando y lo que está escuchando. Y, en segundo lugar, no habernos conformado con ser una radio que exclusivamente hace programas de radio, sino que somos un motor de actividades culturales en la ciudad. Estamos permanentemente atentos a lo que ocurre y queremos participar en ello, no como espectadores. Esa combinación de identidad y compromiso probablemente sean las dos claves de cómo es posible que Cope, a pesar de todo, siga sobreviviendo en unos niveles de aceptación más que razonables y, desde el punto de vista económico, siendo la emisora más
rentable de la cadena, en España, en los últimos seis años.

–Una cadena en la que convive la información generalista con la religiosa y la retransmisión de la Eucaristía. ¿Lo religioso vende?

–La misa es uno de los programas de mayor audiencia, el día y a la hora en que se emite. Claro que interesa. Yo no me creo que la gente esté sólo de lunes a viernes esperando que llegue el fin de semana para olvidar la horrorosa vida que lleva. Creo que todo el mundo es capaz de embelesarse mirando un árbol, leyendo un libro, escuchando un buen disco... Y nosotros, los católicos tenemos buenos argumentos. Yo esto lo he entendido siendo un hombre maduro. La fe es un don, un regalo que tienes. Quien no lo tiene, yo esto lo discutía en antena con Julio Anguita, quien no lo tiene, al final, tiene un problema porque está en esta vida viendo que esto se acaba y eso es muy duro. Sin embargo, quienes tenemos fe tenemos la impresión de que éste es un paso para una vida mejor. Cuando tú estás absolutamente convencido de eso, tu paso por la vida es de otra manera.

–Ha trabajado con varios sacerdotes, ¿cuál ha sido su experiencia?

–Hay de todo. Aprovecho para destacar que me he encontrado con personajes absolutamente excepcionales, y por no poner ejemplos de otras provincias me quedo aquí en Málaga, con el que ha sido hasta ahora el Vicario General de la Diócesis. No he conocido nunca a nadie donde haya una combinación de inteligencia, sensibilidad y bondad tan enorme como en Alfonso Fernández-Casamayor. Yo, que he trabajado para Onda Cero, para la Ser y para Cope, nunca me he sentido, desde el punto de vista radiofónico, con mayor libertad que en la Cope y a mí no me pagan mi sueldo para que yo diga estas cosas, yo lo digo porque lo siento. No hay un lugar ni un espacio de libertad tan enorme para trabajar como en la Cope.