Este domingo los malagueños no encontrarán en su paseo matutino, desde bien temprano, los tradicionales altares esperando al Santísimo; ni aguardarán, al son de las campanas, el paso del Corpus Christi vistiendo de color y alegría las calles, acompañado de un ejemplo de la rica y diversa Iglesia local. Pero las limitaciones no impiden la celebración de una de las fechas centrales en el calendario litúrgico.

«Celebrar la Eucaristía, más que una norma, es una expresión de amor», afirmaba el Obispo de Málaga, Jesús Catalá, en la festividad del Corpus hace tan solo un año. Y «un amor tan grande, necesita ser proclamado», añade el sacerdote diocesano Alfonso Crespo. «No podemos secuestrar su celebración. La fiesta del Corpus rompe cualquier confinamiento». Porque aunque las medidas de seguridad para evitar el rebrote del coronavirus obliguen a suspender la procesión por las calles de ciudades y pueblos, los malagueños siguen dando testimonio de la fe en la Eucaristía. «Esta festividad desvela una necesidad profundamente humana -explica Crespo- que hemos experimentado en el tiempo de confinamiento: “el amor reclama la presencia de la persona amada”. La larga ausencia de la participación en la Eucaristía y no poder recibir sacramentalmente el Cuerpo del Señor, han avivado el deseo de su presencia. Por eso, este año, estamos invitados a celebrar la Eucaristía en nuestras parroquias, a convertirnos en custodia».

Yunquera, localidad donde esta fiesta cuenta con un hondo arraigo, sigue celebrando tradicionalmente el Corpus Christi el jueves previo. Su párroco, José Bacallado, explica que la hermandad y la parroquia han querido potenciar su celebración este año de modo distinto: «Como en todos los lugares se ha suspendido la procesión en la calle, pero la hermandad ha propiciado la participación difundiendo por redes sociales carteles y fotografías de otros años, convocando un concurso de dibujos para los más pequeños y pidiendo a los vecinos que adornen sus balcones como es tradición. El jueves celebramos la Eucaristía a las 19.00 horas presidida por el vicario general de la diócesis José A. Sánchez, y con procesión claustral y el aforo al 75%», cuenta. 

La parroquia malagueña del Corpus Christi, en Pedregalejo, también lo celebra el jueves. Su párroco, José Antonio García Carrasco, explica a diocesismalaga.es que este año «vamos a hacer lo habitual, aunque con procesión claustral. El Santísimo está siempre expuesto durante todo ese día, desde que termina la Misa de 9.30 de la mañana hasta un poco antes de la Misa vespertina de 20.00 horas. Queremos que sirva para hacer memoria de todos aquellos que han fallecido debido al Covid-19, por lo que la austeridad y el recogimiento serán una señal de respeto y duelo por los que se han ido», afirma.

En la diócesis de Málaga perviven los frutos del afán eucarístico del que fuera su obispo, san Manuel González, y son muchas las asociaciones y personas volcadas en difundir la centralidad de este sacramento en la vida del creyente. Una de ellas es la congregación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, las «Nazarenas», que celebran un Año Jubilar por los 100 años de su fundación, en Málaga, a manos de este santo. Su superiora, María Soledad, afirma: «En la Eucaristía tenemos a Jesús, el don del Espíritu Santo, el amor al Padre y el amor al hermano. ¡Lo tenemos todo! Si caemos en la cuenta de esto somos impulsados, como María, a hacernos “pan partido” para los demás y, por tanto, instrumentos de paz y de justicia».

Las cofradías sacramentales son también ejemplo de esta devoción eucarística tan enraizada en nuestra diócesis. Como explica el cofrade Pedro Merino, «su presencia se remonta al siglo XVI, desde prácticamente su fundación por Teresa Enriquez en 1508. Estaban instituidas en todas las parroquias y a finales del siglo XIX, muchas fueron uniéndose a hermandades, aunque aún existen sacramentales puras como la del Corpus Christi, en la parroquia del mismo nombre. «Las más antiguas documentadas son la sacramental de la parroquia de San Juan, hoy Dolores de San Juan, fusionada en 1801, y la de la parroquia de Los Mártires, hoy unida a la cofradía del Huerto y la Virgen de la Concepción. Asimismo pasa con la sacramental de la parroquia de Santiago, hoy incorporada a la Cofradía de la Sentencia. También hay hermandades sacramentales de penitencia como la de Pasión, Viñeros, Sagrado Descendimiento, Rocío de San Lázaro... y también agregadas a hermandades de Gloria, como la del Carmen, en la parroquia del Perchel».

Así lo fomenta la Adoración Nocturna, que cumple el compromiso de la Iglesia de orar sin descanso. Adoración Nocturna Española en Málaga cuenta con 350 miembros. Su presidente, Jesús Sojo, estará en la celebración prevista en la Catedral, y cuenta que «aunque hemos tenido que suspender la vigilia especial pública, los adoradores la hacemos desde nuestras casas. No vamos a perder el espíritu de adoración por esta pandemia. Es nuestro día grande, y esto que está pasando nos invita a despertar a la importancia de la Eucaristía, de la oración y la adoración». Desde la Adoración Nocturna Femenina Española, Trinidad Hervás, su presidenta, participará también en la Catedral en representación de las 50 adoradoras, entre honorarias y activas. «En este tiempo hemos mantenido la adoración dentro de lo que nos han permitido las normas de seguridad. Y es que la Eucaristía es el centro de la Iglesia, y es importante recuperar el respeto por ella y su valor», afirma. «ANFE es profecía en las noches de un Amor que todo lo puede y que todo lo supera. En nuestra próxima asamblea, nos definimos como misión en la Iglesia y en el mundo, unidas a Cristo Eucaristía». La Adoración Nocturna Española (ANE) en Málaga cuenta, por su parte, con 350 miembros. Su presidente, Jesús Sojo, también estará en la Catedral, y cuenta que «aunque hemos tenido que suspender la vigilia especial pública, los adoradores la hacemos desde nuestras casas. No vamos a perder el espíritu de adoración por esta pandemia. Es nuestro día grande, y esto que está pasando nos invita a despertar a la importancia de la Eucaristía, de la oración y la adoración».
 
En la fiesta del Corpus se celebra también el Día de la Caridad, y Cáritas Diocesana nos lo recuerda constantemente. Sin ir más lejos, en los dos meses de confinamiento han atendido a más personas que en todo el año 2019, y casi la mitad acudían a Cáritas por primera vez. A ellos la Iglesia quiere dar respuesta, porque, como afirmó el Obispo de Málaga, «celebrar la Eucaristía es hacer presente la entrega de amor de Jesús a toda la humanidad».