NoticiaVisita Pastoral La parroquia de San José, en Estepona, recibe al Obispo Publicado: 12/06/2019: 13238 El Sr. Obispo realizó su Visita Pastoral a la parroquia de San José de Estepona el 30 de mayo. D. Jesús hizo su llegada a la parroquia sobre las 10 de la mañana. El párroco, José Javier García, acompañado de la feligresía, le dio la bienvenida. Al entrar en la parroquia, Don Jesús oró en silencio arrodillado ante el sagrario a los pies del presbiterio. Seguidamente, subió a la sede y dirigió unas palabras a la comunidad. Agradeció la cariñosa bienvenida que le habían dado los feligreses, y explicó cuál es la idea de la Visita: no una inspección, sino un momento de gracia, de visita del pastor en nombre del Señor, para conocernos mutuamente, para compartir y acrecentar la fe. Sobre las 10.15 h. Don Jesús inició la vista al columbario de la parroquia para rezar por los difuntos. Indicó que este gesto de visitar a los difuntos tiene varios significados: el primero, agradecer a nuestros mayores, padres, abuelos, etc, que nos hayan transmitido la fe; el segundo, dar testimonio de la resurrección de Cristo. D. Jesús dijo que también tenemos la esperanza de que las generaciones futuras hagan este gesto con nosotros cuando ya no estemos. Ya en el templo, el párroco le explicó en detalle las recientes obras de urgencia que se han realizado tras la caída de parte del techo en septiembre: el nuevo techo, la instalación eléctrica e iluminación, la ampliación del presbiterio, la adaptación de algunas dependencias en la sacristía, etc. Seguidamente, el Obispo y el párroco mantuvieron una reunión en el despacho parroquial. Sobre las 12.00 horas comenzó la exposición del Santísimo en la iglesia, con alabanzas y cantos, y el Sr. Obispo dirigió unas breves palabras a los fieles. Primero felicitó a toda comunidad parroquial por el gran fervor con que ésta hace la adoración ante el Santísimo cada jueves, con la parroquia abierta durante todo el día. El Sr. Obispo recordó a todos los fieles allí reunidos que la Eucaristía es la actualización en el hoy y aquí del misterio Pascual del Señor, y que el alimento de la Eucaristía nos transforma en Jesús. «Él es el alimento de vida eterna, y por ello la Eucaristía es el centro de la vida cristiana. Por esa razón la celebración de la Misa tiene que ser el centro también de nuestras vidas y de cada parroquia. Esta centralidad de la Eucaristía –recordaba D. Jesús- se tiene que transmitir a los niños y jóvenes en la catequesis». Sobre las 12. 45 horas, el Sr. Obispo se dirigió a visitar a un grupo de enfermos, que lo recibieron en sus domicilios con mucha alegría y agradecimiento. Don Jesús conversó cariñosamente con ellos, dándoles esperanza en su vivencia de la enfermedad, y sobre todo animándolos a dar testimonio de la presencia sanadora del Señor en sus vidas, delante de la gente que les rodea. A las 14.30 horas, el Sr. Obispo almorzó con los párrocos de Estepona y con el arcipreste de la zona. A primera hora de la tarde, comenzó la reunión de D. Jesús con el numeroso grupo de catequistas de la parroquia. D. Jesús quería escucharles y conocerles y les invitó a que se presentaran uno a uno. Les recordó que, desde hace muchos años, estamos ante un proceso de renovación catequética muy importante para toda la diócesis. Les preguntó cómo se realiza la catequesis en esta parroquia en el día a día, qué materiales usan, y si tienen con frecuencia días de catequesis en los que hagan alguna celebración litúrgica durante el curso. D. Jesús indicaba que es importante que la catequesis no se reduzca sólo a la enseñanza de contenidos para que no se convierta en una clase académica, sino que lLa catequesis tiene que ser una experiencia de transmisión de fe que se cree, se celebra, se anuncia, se reza. Pidió a los catequistas de la parroquia que transmitan la fe a los niños y mayores. A través de sus palabras, les explicó que la catequesis de infancia no tiene como finalidad “recibir la primera comunión”, sino formar cristianos, y su objetivo principal es que las personas (niños o mayores) se encuentren con el Señor, que vivan la fe como adultos y se incorporen a la vida del cristiano adulto en la parroquia. Por eso es misión de la catequesis, les dijo, integrar a los niños en la parroquia, y enseñar a ver su centro en la Misa dominical. El Sr. Obispo animó a los catequistas a que profundicen en esa línea. Por su parte, los catequistas de la parroquia agradecieron la cercanía y el trato afable de D. Jesús. A las 17.45 horas, el Sr. Obispo se reunió con el numeroso consejo parroquial y les recordó que es tarea del consejo reunirse frecuentemente con el párroco para hacer el programa pastoral para todo el curso, y les dio algunas pistas para que el consejo parroquial sea el ámbito para coordinarse y para organizar la tarea evangelizadora de la parroquia. Les recordó algo muy importante: que este trabajo siempre debe ser fraterno y de comunión. D. Jesús les preguntó cómo quieren ellos ser testigos de Cristo hacia fuera, hacia la sociedad, hacia los que no creen y hacia los alejados. En diálogo con ellos, les animó en la tarea de facilitar el encuentro con Dios a las personas que están alejadas de la Iglesia. «¿Cómo podemos abrir caminos para que las personas que no se han encontrado todavía con Jesús lo hagan? El papa Francisco pide que salgamos a anunciar el evangelio –decía-. ¿Qué gestos evangelizadores se pueden hacer hacia afuera? Sobre todo, debemos tener claro que, más que otra cosa, la fe cristiana es un encuentro personal con Jesucristo». A las 18.30 horas, el Sr. Obispo se reunió con miembros del grupo de jóvenes de la parroquia. Muchos de ellos pertenecientes a la hermandad del Rocío y a la hermandad de San Isidro. También asistían al encuentro niños del grupo de catequesis de post-comunión, monaguillos, así como miembros del grupo de la escuela parroquial de padres, y algunos responsables de jóvenes de las hermandades. El Sr. Obispo dialogó de manera muy cercana con los jóvenes sobre su experiencia de fe, sobre cómo dan testimonio en sus ambientes (colegio, instituto, universidad, amigos…). Les recordó que a veces se pueden encontrar con gente que no acepta su fe, o que incluso se opone a ella, en los católicos en los colegios, institutos y en la universidad. D. Jesús animó a los chavales y jóvenes a vivir alegres en la fe, sin miedos por el “qué dirán”, o por que los puedan señalar como cristianos. Además, D. Jesús les habló de la importancia de vivir la fe en el momento en que están creciendo y formándose, y les recordó la importancia para el cristiano cada domingo de alimentarse en la Eucaristía, así como de hacer una confesión frecuente. En cuanto a la identidad cofrade de muchos de aquellos jóvenes, les habló de la importancia de profundizar en su identidad cristiana y parroquial. Les dijo que sus grupos y hermandades son instrumentos que ayudan a vivir la fe y que es una suerte poder vivir parroquialmente la fe, celebrarla, orarla, y formarse. Tras el diálogo sobre otros muchos temas, antes de despedirse de los jóvenes, D. Jesús les resumió su mensaje en dos ideas: que no se les olvide que tienen mucho trabajo por delante en la parroquia, y que son muy valiosos e importantes para la parroquia. Sobre las 19.30 horas, D. Jesús se reunió con los miembros del equipo de Cáritas parroquial. Se inició la reunión con una presentación de cada uno de los miembros, indicando su nombre y las funciones que realizan dentro de Cáritas. Ellos le explicaban al Sr. Obispo cómo está organizado el equipo de Cáritas, qué necesidades más urgentes tienen, cómo es la actividad que se desarrolla en la parroquia, y qué tipo de ayudas realizan. D. Jesús les habló de la importancia para toda la Iglesia de la labor que ellos hacen cada día; les pidió que sigan así, viviendo y trabajando siempre de una manera que exprese claramente que Cáritas es la caridad de la Iglesia y no una ONG. A las 20.00 horas, el Sr. Obispo se dirigió al confesionario para administrar el perdón sacramental. Un grupo de personas se acercó a confesarse, hasta la hora en que comenzó la solemne Misa estacional, sobre las 20.30 h., concelebrada por el párroco José Javier y por José López –arcipreste de la zona-, y asistidos por el diácono José Fernández y por el grupo parroquial de monaguillos. En su homilía, D. Jesús animó a los fieles de la parroquia a vivir siempre en comunión, a trabajar juntos en un ambiente de familia, de ayuda mutua, por el bien de toda la Iglesia, y a no abandonar nunca la espiritualidad eucarística que había visto en la mañana, teniendo siempre por centro de la vida parroquial la Misa parroquial del domingo. Al finalizar la Misa, el Sr. Obispo se prestó a saludar con mucho cariño a todos los que así lo quisieron, haciéndose multitud de fotografías, de grupo y personalmente con muchos fieles, durante largo tiempo. Casi a las 22.30h de la noche, el Sr. Obispo, muy agradecido, se despidió de los fieles en la puerta del templo parroquial, para emprender su regreso a Málaga.