Fernando Tissone es una de esas contadas excepciones. La vida lo expuso a una grave lesión, un contratiempo que suele marcar un antes y un después en sus carreras y que hasta puede lastrarlas de forma definitiva.

Sucedió el 19 de marzo y ahí conocimos quién era realmente este aguerrido medio centro. Vitalista, optimista por naturaleza y capaz de encarar la prueba con el máximo de energía. Poco más de cinco meses más tarde, ya se entrena con normalidad, y quizás en dos más reaparezca. Fanático de los ritmos más actuales (suele pinchar como DJ), con página web propia e hiperactivo en las redes sociales, al argentino le encanta el baloncesto (es amigo del jugador del Unicaja Jason Granger) y es frecuente verle en Moliere Playa con sus amigos.